Gerardo Bedoya abrió el marcador a los 7 minutos, con buen cobro de tiro libre. Milton Rodríguez amplió de penal a los 44 y Rafael Robayo marcó el tercero, con golpe de cabeza, a los 88.
Millonarios pasó una noche sin problemas. Tuvo efectividad para superar a un débil rival, fue inteligente en el segundo tiempo y volvió a ofrecerle un triunfo a sus hinchas que pasarán una noche tranquila, mirando a sus rivales desde lo más alto de la tabla de posiciones.
Y es que desde muy temprano el equipo azul sacó la diferencia. Al minuto siete aprovecharon un error de Portocarrero quien no despejó el balón con su cabeza y produjo, enseguida, un tiro libre a favor de los azules al borde del área. Al frente del balón se ubicó Gerardo Bedoya quien con un suave remate pasó el balón por encima de la barrera y la ubicó en el palo del arquero, en donde Andrés Saldarrioaga dio un paso hacia el otro palo y cuando quiso volver ya los hinchas locales hicieron público el grito de gol que puso a festejar a los embajadores.
Cúcuta reaccionó, pero ya estaba un gol abajo. Lin Carlos Henry se juntó con Lionard Pajoy y con Diego Cabrera y entre los tres generaron un par de acciones de gol que no fueron aprovechadas. Una de ellas fue al minuto 21 cuando Pajoy no fue tan confiado como Efraín Cortés. El defensor perdió el balón, el jugador cucuteño envió la pelota al área y allí, de cabeza, el boliviano falló, la pelota pegó contra el suelo, luego en el travesaño y no quiso ingresar. Fue el primer aviso de los visitantes que ya se habían acomodado al campo y habían digerido la tempranera desventaja.
Los cucuteños dominaban la pelota mientras que Millonarios esperaba en su campo. Al minuto 38 casi anotan los cucuteños. Pajoy volvió a desbordar por el sector derecho, envió la pelota al área, pero casi se mete en el arco. El arquero Córdoba detuvo a medias y la pelota volvió a pegar contra el poste del arco en el sector sur. Los hinchas locales se miraron, bendijeron dicho pórtico y entendieron que había que volver a prender motores para así liquidar el partido y no tener problemas.
Y así fue. Tras una llegada por el sector derecho de Ervin González, Portocarrero tuvo el infortunio de golpear la pelota con su brazo derecho. El juez Imer Machado estaba de frente a la acción y no dudó en sancionar un claro e ingenuo penalti que sirvió para, definitivamente, terminar con el compromiso. El goleador, en racha, Milton Rodríguez tomó cinco metros de impulso y con su infalible pierna izquierda golpeó fuerte la pelota, la ubicó en el centro del arco para así darle un lindo regalo a los hinchas azules cuando el reloj marcaba el minuto 44. Golpe certero a las ilusiones cucuteñas.
La segunda parte del compromiso estuvo de más. La inteligencia de Millonarios, la falta de físico de los visitantes y un buen orden colectivo sirvió para que los embajadores justificaran la victoria.
El ecuatoriano Iván Hurtado manejó toda la defensa de los locales. Fue más veloz que en partidos anteriores y desde su seguridad en el fondo contagió a sus compañeros. En la mitad Gerardo Bedoya hizo fácil su trabajo, distribuyó con precisión mientras que Rafael Robayo fue todo pulmón y al minuto 88 obtuvo un premio estupendo a su labor. Estrada hizo un par de lujos que levantaron a los hinchas de sus sillas mientras que Rodríguez, en cada asistencia, demostró que no solo está para anotar sino para jugar en equipo.
Cuando comenzaban a caer las primeras gotas de lluvia y los jugadores cucuteños no encontraban el rumbo ni hacían tres pases seguidos, llegó el tercer gol azul. Fue el premio para Robayo quien, de cabeza, ‘fusiló’ al arquero Saldarriaga con un potente remate que le bajó el telón al partido. Fue el momento justo para que los hinchas azules se abrazaran y festejaran por este presente que los tiene en lo más alto de la tabla de posiciones.
¿Cúcuta? Tuvo 20 minutos buenos. Generó tres opciones de gol que no concretó y, cuando pudo igualar el partido y encaminarlo hacia otro lugar, falló en los remates finales. En la segunda parte sus jugadores se vieron confundidos y con mala respuesta física. El presente es complicado. Los cuatro puntos obtenidos en siete partidos hablan por sí solos, pero además el ánimo del grupo está muy bajo y eso se nota en la cancha.
Millonarios tendrá 15 días para preparar su partido de la octava jornada contra Junior, en Barranquilla, una prueba muy difícil, pero para ello ya habrá tiempo de trabajar. Su presente le sonríe, permite ilusionar a sus hinchas que no paran de cantar y festejar los 15 puntos obtenidos hasta el momento.
Tomado de: futbolred.com
