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Presidente del Congreso, Hernán Andrade, responde acusaciones de la revista Semana

El presidente del Congreso, Hernán Andrade, manifestó en las últimas horas que es cierto que recibió la suma de doscientos cincuenta millones de pesos en efectivo de la mano de la mano de Armando Cabrera Polanco, considerado el cerebro del desfalco de Cajanal por 500 mil millones de pesos. Pero según el senador, el dinero lo recibió en calidad de préstamo y para fines personales.
Andrade manifiesta que para el año cuando pidió el dinero prestado, 2006, Armando Cabrera no presentaba antecedentes judiciales y gozaba de buena reputación a nivel comercial por la actividad ganadera que desempeñaba y otros negocios que mantenía.
Además, el presidente del Congreso manifiesta tener todos los documentos que avalan el mencionado préstamo, así como los posteriores recibos de pago de los correspondientes intereses y abano a capital de la deuda.
“Fue una operación normal”, señala Andrade al referirse al préstamo realizado en la ciudad de Neiva y en cual se efectuó la firma de dos pagarés que legalizan el préstamo.
Señala el senador que pagó oportunamente la deuda hasta el día de la captura de Cabrera, momento en el cual se acercó a la autoridad judicial para informar del préstamo y para saber qué hacer con el saldo que aun debe.
La revista Semana dice que el DAS allanó una oficina en Neiva en busca de pruebas para la investigación del desfalco a la Caja Nacional de Previsión Social (Cajanal) y entre los cientos de documentos se encontraron dos pagarés firmados por el congresista Hernán Andrade como garantía de un préstamo por un total de 250 millones de pesos. Uno es del 7 de marzo de 2006, por 150 millones de pesos, y el otro, del 10 de marzo del mismo año, por 100 millones de pesos.
Al revisar los pagarés (ver facsímil) llaman la atención varias cosas. En primer lugar, sólo aparecen los datos básicos de nombre, monto del préstamo y firma del deudor, pero quedan en blanco casillas fundamentales para este tipo de transacción, como la tasa de interés, la fecha de pago y las condiciones del mismo. Es decir, se trata de un pagaré en blanco.
En segundo lugar, la fecha de los préstamos. No sólo hay una diferencia de apenas tres días entre los dos préstamos, sino que dos días después de que Armando Cabrera le entregó los últimos 100 millones de pesos, el congresista Hernán Andrade se jugaba en las urnas su elección como senador de la República.
Y en tercer lugar, es curioso el hecho de que el dinero se haya entregado en efectivo. Por lo menos en Colombia, la entrega de grandes sumas de dinero líquido, a escasos días de una jornada electoral, trae a la memoria recuerdos muy poco gratos.

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