Ni la guerrilla, por su posición radical, ni el presidente Álvaro Uribe, por los éxitos que ha cosechado en materia militar, tienen afán de encontrar una salida negociada al conflicto armado, opinó la ex secuestrada Ingrid Betancourt.

En una entrevista difundida por el semanario ecuatoriano Vanguardia, Betancourt, quien visitó Quito la semana pasada, afirma que no ve «que ninguna de las partes tenga objetivamente interés o afán de una negociación de paz».

En el marco de su explicación sobre la actual situación de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), la ex rehén opinó que ese grupo armado «nunca han considerado la paz como una alternativa», y señaló que ha utilizado esa posibilidad «como un método para ampliar espacios militares y políticos».

Así mismo, la política franco-colombiana precisó que «por el lado del Gobierno de Uribe las grandes cosechas han sido militares», y agregó que por eso ella no ve que «el presidente Uribe tenga necesidad, entre comillas, de adelantar un proceso de paz».

Betancourt señaló que para dar un paso adelante hacia la resolución del conflicto hay que crear un nuevo escenario donde no se abandone la presión militar, pero en el que también se abran nuevos espacios políticos y donde se establezca «un discurso que permita un acercamiento respetuoso».

«Hay mucha angustia porque uno ve que no hay contactos entre el Gobierno y las FARC y que hay una situación estancada, sin esperanza para mis compañeros» de cautiverio, afirmó Betancourt.

En tal sentido, la ex rehén inició una gira por América Latina para recabar apoyos entre los mandatarios, y precisó que tiene la «esperanza de que si hay voluntad entre los diferentes líderes de América Latina, de contribuir a una reflexión para la liberación de los secuestrados», de pronto logra «mover alguna cosa».

En la entrevista, Betancourt también analizó el funcionamiento interno de la guerrilla y afirmó que, según ella, las FARC «viven de espaldas al país, tienen muy poquito conocimiento de la realidad de Colombia» y añadió que en este momento «están muy bloqueadas», lo que le hace temer que lleguen a un mayor extremismo.

La ex rehén visitó Ecuador el pasado primero de diciembre para entrevistarse con el presidente Rafael Correa, quien declaró, después del encuentro, que «Ecuador hará todo lo posible» para «lograr la libertad de estas personas» secuestradas por grupos rebeldes colombianos.

Efe