Para la jerarquía católica, seguir estas costumbres es considerado un ‘rito pagano’. Aunque la Iglesia Católica acepta la cremación, no comparte la costumbres, de esparcir las cenizas de los difuntos o conservarlas en urnas para mantenerlas en la casa.
Para la iglesia católica lanzar las cenizas es un rito pagano, mientras califica de «fetichismo» y «banalización de la muerte» el conservarlas en el hogar.
Durante la Conferencia episcopal italiana se preparó el código de conducta en los ritos funerarios’ que previsiblemente se apruebe el próximo 9 de noviembre.
Aunque a la Iglesia Católica siempre le ha gustado más el clásico entierro en la sepultura, los obispos no se oponen a la incineración. Lo que disgusta a los prelados es lo que suele suceder con las cenizas tras la cremación: que se esparzan al viento, en tierra o en el mar, o que se guarden, porque acaba con el antiguo rito de acompañar al difunto hasta «su última morada terrenal».