Internacional

Campaña Electoral hondureña avanza pese a dudas

La campaña para las elecciones presidenciales de Honduras sigue adelante pese a las crecientes amenazas de la comunidad internacional de no reconocer la contienda, impulsada por el Gobierno de facto tras el derrocamiento en junio del presidente Manuel Zelaya.

Aunque los mítines políticos tienen pocos asistentes comparados con los multitudinarios actos de comicios pasados, los candidatos presidenciales aparecen todos los días en los medios y abundan los llamados del Gobierno de facto y las autoridades electorales para votar el 29 de noviembre.

Pero hasta ahora la Organización de Estados Americanos (OEA) ha dicho que no reconocerá al ganador de las elecciones si el presidente Zelaya no regresa al poder tras su derrocamiento hace más de cuatro meses, cuando militares lo sacaron de su casa en pijamas y a punta de pistola.

Zelaya fue depuesto bajo una orden de la Corte Suprema, que lo acusa de violar la Constitución con su intento de hacer un referendum para allanar el camino a la reelección presidencial, y desde entonces el país quedó dividido entre sus simpatizantes y quienes apoyan al Gobierno interino.

El mandatario de facto y viejo rival de Zelaya, Roberto Micheletti, apuesta a los comicios para salvar la crisis surgida tras el golpe de Estado, que fue criticado por la comunidad internacional y dejó aislado diplomática y financieramente a uno de los países más pobres del continente.

«El proceso va, no hay ninguna duda. Todo el mundo va a reconocerlo», dijo Marlon Lara, jefe de campaña del candidato del Partido Liberal Elvin Santos, que se encuentra segundo en las encuestas de opinión para la carrera presidencial y el martes presentó su plan de gobierno.

El candidato favorito para ganar, Porfirio Lobo, del opositor Partido Nacional -que perdió hace cuatro años la elección ante Zelaya- dijo que la comunidad internacional debe aceptar el resultado de los comicios porque fueron convocados antes del golpe de Estado.

Las campañas avanzan en medio de llamados para que el Congreso vote lo antes posible si procede o no la restitución de Zelaya, un paso clave para superar la crisis incluido en un acuerdo firmado a fines de octubre entre los negociadores de Micheletti y el depuesto mandatario.