La Iglesia Católica colombiana y delegados del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) se reunieron hoy en Bogotá para avanzar en las labores que permitan la liberación de dos secuestrados en poder de las FARC, informaron las dos partes.
El secretario de la Conferencia Episcopal de Colombia Juan Vicente Córdoba dijo que «ellos ya están preparados», al referirse a la disposición del CICR para estas gestiones.
El prelado agregó tras su encuentro con el jefe de la delegación del CICR en Colombia, Stephan Jacquier, que ese organismo tiene la experiencia en cuanto a los procesos de liberación, pues ha participado en otras entregas de rehenes de las FARC.
«Creo que la Cruz Roja es muy responsable, muy seria, en su neutralidad y en su servicio. Ellos hacen las cosas con mucha excelencia, como debe ser y con todo los detalles y con toda la logística en todas las variables para que no haya ninguna posibilidad de errar o de inseguridad», precisó monseñor Córdoba.
Reiteró que en cuanto a la logística, muy posiblemente un país de América Latina sea el que preste ese apoyo, aunque no entregó ningún detalle adicional de cuál podría ser.
Por su lado, Jacquier dijo que «esta es la primera reunión después de que el comisionado de Paz, Frank Pearl, dio luz verde (a las gestiones de la iglesia y el CICR), y hay que partir de cero».
Agregó que no se puede precisar la fecha en que podrían ser liberados el sargento Pablo Emilio Moncayo y el soldado Josué Daniel Calvo y la entrega de los restos mortales del mayor del Ejército Julián Guevara, quien murió en cautiverio en 2006.
«Hay que darle tiempo al tiempo porque las cosas no van a cambiar de un día para otro», dijo Jacquier.
En cuanto a la participación de la senadora opositora Piedad Córdoba, mediadora en anteriores liberaciones, Jacquier señaló que «es bienvenida en cualquier momento porque nosotros no excluimos a nadie».
Antes de la reunión, el cardenal Darío Castrillón dijo que había recibido la autorización del presidente colombiano, Álvaro Uribe, «para hablar con las FARC y que prosigue en la búsqueda de la liberación de secuestrados.
«Lo único que puedo decir es que siempre he visto al señor presidente abierto a las posibilidades de un diálogo lo veo prudente en el modo de mirar las cosas, pero abierto», dijo el prelado a varias emisoras locales.
Castrillón ha mantenido conversaciones telefónicas con el máximo comandante de las FARC, Guillermo León Saenz, alias «Alfonso Cano», en las que le ha pedido buscar una salida al drama de los secuestrados y al conflicto armado de más de cuatro décadas en Colombia.