Se cumplieron elecciones en Uruguay y Honduras. En Uruguay, ganó el ex guerrillero José Mujica, en Honduras, se proclamo ganador Porfirio Lobo.

El certámen en Honduras, pese a algunos incidentes, se desarrolló en relativa normalidad y calma.

–El candidato del conservador Partido Nacional, Porfirio Lobo, se declaró ganador de las elecciones celebradas en Honduras, mientras que el oficialista Elvin Santos aceptó la derrota y el presidente de facto, Roberto Micheletti, anunció que entregará el poder sin condicionamiento alguno.

Lobo agradeció el reconocimiento de la derrota por parte de Santos, su principal rival, y aseguró que encabezará un Gobierno de unidad y reconciliación, cinco meses después del golpe de Estado que derrocó al presidente Manuel Zelaya.

El Tribunal Supremo Electoral (TSE) destacó que los comicios contaron con una participación del 61,3%, mientras que Zelaya y sus seguidores aseguraron que apenas llegó a 30 y 35%.

En su mensaje, Lobo anunció que convocará un gran diálogo nacional a partir de hoy para hacer un «plan de nación» y, en una velada alusión al presidente derrocado, dijo que será «un diálogo abierto, amplio, sin descartar a nadie».

TRIUNFO DE MUJICA

–En Uruguay, el izquierdista José Mujica, del Frente Amplio, ganó las elecciones, con cerca del 75% de los votos escrutados de la segunda vuelta, frente al conservador Luis Alberto Lacalle, del Partido Nacional.

La Corte Electoral informó de que con el 74,53% de los sufragios revisados, la fórmula integrada por Mujica y su candidato a vicepresidente, Danilo Astori, obtuvo 881.811 votos, y la de Lacalle con Larrañaga, 730.605.

Los votos en blanco suman hasta ahora 38.284 y los nulos 29.747, indicó la autoridad electoral en su página web.

Tras conocerse los sondeos, el ex presidente Lacalle (1990-1995) reconoció de inmediato su derrota y llamó a sus seguidores a «ser custodios de las instituciones». «José Mujica será nuestro presidente, debemos razonarlo y aceptarlo», enfatizó.

Mientras, el presidente uruguayo, Tabaré Vázquez, envió un abrazo telefónico a Lacalle y se trasladó al cuartel general de Mujica para felicitarle.

Por su parte, un eufórico Mujica anunció en un festivo mitin su intención de gobernar con los ciudadanos y lanzó un mensaje conciliador a los partidos derrotados, a los que pidió trabajar juntos por el país.

«¡Ay de aquellos que no se den cuenta de que el poder no está arriba sino en el corazón de las grandes masas!», afirmó el ex guerrillero, de 74 años.