El sargento del Ejército José Libio Martínez, el militar colombiano que más tiempo lleva en poder de las FARC, cumplió hoy 13 años de cautiverio, en medio de los llamamientos por su liberación.

Martínez fue secuestrado por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en una sangrienta toma a la base militar de Patascoy, en el departamento de Nariño (suroeste), el 21 de diciembre de 1997.

En esa acción guerrillera las FARC mataron otros 10 militares y secuestraron a 18 más, de los cuales 16 fueron liberados después.
El otro rehén de esta cruenta toma fue el cabo del Ejército Pablo Emilio Moncayo, quien fue liberado por decisión unilateral de las FARC el pasado mes de marzo tras más de 12 años cautivo.

Actualmente Martínez, de 34 años y quien ha pasado su juventud en las selvas colombianas, hace parte de una lista de 15 secuestrados que las FARC buscan canjear por medio millar de guerrilleros presos o extraditados a Estados Unidos.

A propósito de que se cumplen trece años del cautiverio de Martínez, el hijo del militar, Johan Steven Martínez, quien no conoce a su padre porque nació cuando ya estaba secuestrado, rogó hoy a la guerrilla que lo deje en libertad pues quiere conocerlo y abrazarlo.

Y es que Johan Steven conoce a su padre solo a través de relatos que le han hecho su madre y otros familiares.

«Mi mamá me ha contado que mi padre es una persona muy fuerte, responsable y activa y me ha dicho que me parezco mucho a él», relata Johan con la elocuencia de un adulto en declaraciones recogidas hoy por la página electrónica de El Tiempo.

El pequeño ha acudido a todas las formas posibles para reclamar la liberación de su padre, incluso hizo una larga caminata de 100 kilómetros, entre Ospina y Pasto, capital de Nariño, fronterizo con Ecuador.

Entre tanto, la Asociación Colombiana de Familiares de Miembros de la Fuerza Pública Retenidos y Liberados por Grupos Guerrilleros (Asfamipaz) reclamaron en su tradicional plantón de los martes en el centro de Bogotá la liberación de todos los secuestrados.

En declaraciones a Efe, la presidenta de Asfamipaz, Marleny Orjuela, señaló que «este triste aniversario» les permite seguir reclamando ante el Gobierno colombiano no «solo la liberación de Libio, sino de todos los secuestrados».

«Insistimos en que aparte de las liberaciones unilaterales, como las anuncias por las FARC, se necesaria una salida política para el tema de los secuestrados», señaló Orjuela.

Asimismo, recordó que otros militares y policías están a punto de cumplir 12 años «pudriéndose en la selvas de Colombia» sin solución alguna, al condenar «cualquier intento de rescate por parte del Gobierno colombiano, pues la vida de los rehenes corre peligro».

Se mostró confiada en que pese a lo que ella llamó «oscuro panorama sobre el tema del canje», el reciente anuncio de las FARC sobre la liberación unilateral de cinco secuestrados y la gestión de la ex senadora Piedad Córdoba sean «una puerta que se abre para lograr una solución definitiva al drama de los rehenes».

Además, Orjuela celebró los anuncios del presidente Juan Manuel Santos de que está dispuesto a facilitar esas entregas.

En una carta divulgada el pasado 8 de diciembre, las FARC anunciaron que liberarán sin condiciones a cinco secuestrados como «gesto de humanidad» hacia Córdoba, destituida recientemente de su cargo de senadora por supuestos nexos con esa guerrilla.

Los liberados serían el mayor de la Policía Guillermo Solórzano, secuestrado en 2007, el cabo del Ejército Salín Sanmiguel (2008) y el infante de Marina Henry López Martínez (2010).

También Marcos Vaquero, presidente del concejo municipal de San José del Guaviare, y Armando Acuña, quien tenía el mismo cargo en la localidad de Garzón (Huila), ambos secuestrados en 2009.

EFE