Internacional

Libia vive guerra por derrocar a Gaddafi

Fuerzas leales a Muammar Gaddafi lanzaron un feroz contraataque el jueves, combatiendo con los rebeldes que han amenazado el control del líder libio al tomar importantes localidades cercanas a la capital.

La oposición ya controla grandes centros en el este, como la capital regional Bengasi, y reportes de que las localidades de Misrata y Zuara, en el oeste, también cayeron colocaron a la oleada de rebelión más cerca de la base de poder del veterano presidente.

Los enfrentamientos en Zawiyah, un centro petrolero a 50 kilómetros de la capital, causaron 23 muertos y 44 heridos, según el diario libio Quryna que citó fuentes médicas.

El máximo responsable de derechos humanos en Francia dijo que hasta 2.000 personas podrían haber muerto hasta ahora en las revueltas.

En un errático llamamiento a la calma, Gaddafi culpó de la revuelta al líder de Al Qaeda, Osama bin Laden, y dijo que los manifestantes fueron incitados con leche y Nescafé que contenían drogas alucinógenas.

Gaddafi, que hace sólo dos días prometió en un discurso televisado combatir la revuelta y luchar hasta el final, no mostró hoy la ira de esa intervención.

En esta ocasión, habló a la televisión estatal por teléfono, sin aparecer en persona, y su tono parecía más conciliador.

«Tienen 17 años. Les dan pastillas por la noche, les ponen pastillas alucinógenas en sus bebidas, en su leche, su café, su Nescafé», dijo.

Un residente de Trípoli, que no quiso ser identificado porque temía represalias por hablar a un medio extranjero, dijo a Reuters: «Parece como si se hubiera dado cuenta de que su discurso con ese lenguaje fuerte no tuvo efecto en la gente. Se está dando cuenta de que va a ser cuestión de tiempo el capítulo final: la batalla de Trípoli».

Contraataque

Hombres leales a Gaddafi atacaron el jueves milicias antigubernamentales que controlan Misrata, la tercera ciudad más grande de Libia a 200 kilómetros al este de Trípoli, y mataron a varias personas en enfrentamientos en el aeropuerto de la ciudad.

Se informó de que había soldados en las carreteras que llevan a Trípoli.

Milicias opositoras tienen el control de Zuara, ubicada a unos 120 kilómetros al oeste de Trípoli, según trabajadores de la construcción egipcios que huyeron hacia Túnez. No había rastro de la policía o el Ejército y la ciudad estaba al mando de «comités populares» que tenían armas automáticas.

Residentes de Bengasi, cuna del levantamiento, encarcelaron a supuestos mercenarios y levantaron sistemas de defensa en las calles ante un posible ataque de las fuerzas de Gaddafi, informaron los organizadores.

«Esperamos un ataque, pero no tenemos miedo», dijo Soliman Karim, un abogado de 65 años que participa en la organización.

Se le mostró a un corresponsal de Reuters una decena de personas mantenidas en un tribunal, a quienes los residentes acusan de ser «mercenarios» que apoyan a Gaddafi, pero no pudo hablar con ellos.

«Han sido interrogados, y son mantenidos a salvo y alimentados», dijo Imam Bugaighis, de 50 años y profesora universitaria, quien ahora ayudar a organizar los comités que administran la ciudad.

«Se les enjuiciará, hasta Gaddafi haría un juicio. Asesinatos sin juicio era el lenguaje de Gaddafi. Nuestro lenguaje es el lenguaje de la Constitución», dijo la mujer.

Un responsable médico dijo que unas 320 personas murieron en esta ciudad desde que empezaron las protestas.

Condena

El levantamiento ha interrumpido virtualmente las exportaciones de petróleo, informó el presidente de la italiana ENI, la mayor compañía extranjera que opera en Libia. Los disturbios han impulsado los precios del petróleo hasta los 120 dólares el barril, amenazando la recuperación económica global.

Instalaciones petroleras clave al este de la capital están en manos de los rebeldes, según residentes de Bengasi en contacto con gente de la región. Las terminales de crudo y derivados de Ras Lanuf y Marsa El Brega estaban protegidas, dijeron.

Esta nación desértica produce casi el 2 por ciento del petróleo mundial.

Pese a que no citó a Libia, la Agencia Internacional de Energía dijo el jueves en un comunicado que entre 500.000 y 700.000 barriles diarios de petróleo, o menos de un 1 por ciento del consumo diario global, han sido suprimidos «en este momento» del mercado.

Líderes mundiales condenaron la represión de Gaddafi a una revuelta que ha dividido a Libia, pero tomaron pocas acciones para detener el derramamiento de sangre producto de la última agitación que sacude al mundo árabe.

El presidente estadounidense, Barack Obama, dijo que «es imperativo que las naciones y los pueblos del mundo hablen con una sola voz. El sufrimiento y el derramamiento de sangre es vergonzoso».

El ministro de Defensa francés, Alain Juppe, declaró que esperaba que Gaddafi estuviera «viviendo sus últimos momentos como líder». En tanto, el canciller británico, William Hague, instó al mundo a incrementar la presión sobre el líder.

El Secretario General de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, dijo el jueves que la alianza no tiene planes para intervenir en Libia, y que cualquier acción requeriría de la autorización de Naciones Unidas.

Mientras, la Unión Europea dijo que estaba considerando enviar una fuerza de intervención humanitaria al país del norte de Africa.

El principal responsable francés de derechos humanos dijo que hasta 2.000 personas podrían haber muerto en la revuelta y temía que Gaddafi podría desencadenar un «terrorismo migratorio» en Europa mientras su régimen se derrumba.

«La cuestión no es si Gaddafi caerá, sino cuándo y a qué costo humano», dijo a Reuters François Zimeray. «Por ahora las cifras que tenemos (…) han muerto más de 1.000, posiblemente 2.000, según fuentes», agregó.

Miles de extranjeros -desde médicos a contratistas petroleros- huyeron de Libia a través de sus puertos y fronteras en evacuaciones masivas de emergencia.

En Trípoli, que sigue cerrada a los medios internacionales, habitantes locales dijeron que las calles estaban tranquilas pero que tenían miedo de salir a las calles por temor de ser baleados por fuerzas pro gubernamentales.

REUTERS

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