En la madrugada de hoy, el comandante de un grupo paramilitar libio informó que Seif al-Islam fue capturado con dos colaboradores que intentaban trasladarlo en secreto a la vecina Níger.

Bashir al-Tlayeb dijo a la prensa en Trípoli que el hijo de Gadafi fue llevado a la localidad libia de Zintan.

El autoproclamado ministro de Justicia, Mohammed Al-Alagy, afirmó que Al-Islam, de 39 años, será procesado en Libia conforme los estándares mundiales y en coordinación con la Corte Penal Internacional (CPI), que desea juzgarlo por supuestos crímenes de lesa humanidad.

«Hemos arrestado a Saif Al-Islam El Gadafi en el área de Obari», cerca de la frontera con Níger, expresó Al-Alagy al asegurar que el detenido gozaba de buena salud y no presentaba ninguna herida, aunque un comandante militar agregó que había resultado ligeramente lesionado.

El Consejo Nacional de Transición (CNT), autoerigido en gobierno de Libia tras el derrocamiento de Gadafi, capturó vivo al exlíder libio el 20 de octubre en Sirte, y horas después informó que murió en enfrentamientos, aunque en realidad fue ejecutado extrajudicialmente.

La muerte violenta del exmandatario, por un disparo en la sien y otro en el abdomen, según certificó el informe forense, generó críticas a nivel internacional, las cuales se multiplicaron después por la exhibición de forma humillante de su cadáver durante cinco días.

El cuerpo sin vida de Maommar Gadafi, su hijo Muatassim, y su exministro de Defensa Abu Bakr Yunnis, fueron expuestos en una cámara frigorífica de un mercado de Misratah, a donde muchas personas acudieron para sacarse fotos y mofarse.

Ahora, remarcó el ministro interino, se respetarán los estándares internacionales con Asif al-Islam, quien estaba en paradero desconocido desde que los insurgentes tomaron Trípoli, a finales de agosto, momento en que su padre también abandonó la capital y se refugió en Sirte.

Informes difundidos por el canal Al-Arabiya indicaron que Saif Al-Islam fue trasladado en helicóptero desde Obari hacia el aeropuerto de Zintan, a unos 170 kilómetros al suroeste de Trípoli, a donde se espera llegue en las próximas horas.

El hijo de El Gadafi había salido ileso de un bombardeo aéreo de la OTAN a la caravana cuando abandonaba la localidad sureña de Bani Walid el 19 de octubre, un día antes de la muerte de su padre en Sirte.

Cientos de personas salieron a las calles de esta capital, gritaron, hicieron disparos al aire o accionaron las bocinas de vehículos para celebrar la noticia de la detención, al igual que hicieron cuando se conoció el asesinato del exlíder libio.

La Corte Penal Internacional había acusado a Seif al-Islam y al ex jefe de inteligencia Abdulá al-Senoussi de crímenes contra la humanidad debido a la brutal represión desatada contra la disidencia cuando comenzó a mediados de febrero la sublevación contra el régimen y ésta devino en una guerra civil. Moamar Gadafi también afrontaba cargos.

La CPI dijo que sostenía negociaciones indirectas con Seif al-Islam para lograr que se entregara y enjuiciarlo.

Seif al-Islam siempre se mantuvo alejado de sus hermanos, quienes eran más conocidos por sus payasadas y excentricidades que por sus logros.

Santa Fe con agencias