Por el concejal Juan Carlos Flórez

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Tengo en estos momentos una cierta desazón porque el Concejo tiene sus tiempos y los tiempos del Plan de Desarrollo se van acortando.

El alcalde Gustavo Petro, como es su deber, tenía que tomar las observaciones que diversos sectores le han hecho al plan, recibirlas y determinar si las aceptaba o no, y en ese proceso se ha tomado un tiempo largo. De manera que se acabó el mes de mayo y no se tomó ninguna decisión, me molesta pensar que entramos vamos a entrar en ‘carreras’ al final de la discusión.

Porque cuando sucede esto, viene el riesgo de los micos, los orangutanes, las equivocaciones legales y las demandas posteriores, entre otros aspectos.

Sin duda uno de los aspectos más cuestionados es el que está relacionado con los proyectos de movilidad. En el Plan se confirma que no se va a construir la troncal de TransMilenio por la Avenida 68, solamente se va a diseñar la propuesta.

El Plan es como coger una escopeta de regadera que termina disparando para todo lado.

A Petro y su propuesta les falta en ese tema precisión, ya que la iniciativa se convierte en una lista de grandes y pequeños deseos; pero entonces ¿cuál de es la solución?

Por otro lado, el Distrito no tiene experiencia en el manejo financiero ni bancario, no me alcanzo a imaginar una Administración de estas comprando un banco. ¿Cuánto vale un banco barato en Colombia?, un billón de pesos o algo más, dinero que podría usarcé para otras necesidades más importantes.

No entiendo por qué la obsesión del Alcalde por comprar un banco, me parece una acción completamente equivocada que trae riesgos financieros para la ciudad. Esta medida es un desastre anunciado, por esa razón me opongo firmemente a ella.

Me entra pánico, aquí se robaron muchas dependencias del Distrito en los últimos años, se robaron por completo los hospitales de la ciudad, se robaron la plata de las obras públicas. Este es uno de los puntos más riesgosos del Plan.

Finalmente, la clave en la discusión sobre el Plan de Desarrollo está en saber cómo transcurre una negociación de esas que determinará si se aprueba el Plan o sí se proyecta una buena propuesta de Desarrollo que le dé garantías y estabilidad a Bogotá.