Debuto en esta nueva columna donde cada semana les daré recomendaciones de algunos programas culturales que hay para hacer en Bogotá. No les prometo que actúe como una simple “guía del ocio” pues más vale la observación y una cierta crítica, así que cuando les recomiende algo, pueden estar seguros que será con un “por qué” incluído.

Y empiezo con cine. Seamos sinceros, lo que comúnmente se espera leer en una columna cultural que se refiera a este género es sobre cine francés, europeo o el llamado cinearte. Y quienes gustan de éste, jamás pensarían en ir a ver la película “The Avengers” o Los Vengadores en su traducción al español.

Yo no fui por elección propia si no por el mismo motivo que lleva a miles de mamás o padres separados, en su día de visita, a ver películas para niños o adolecentes.

Esta vez traté de ir más allá y analicé un poco el fondo de este film alejándome de la típica historieta de los malos contra los superhéroes y me sorprendió lo que encontré. Esta nueva producción de los estudios Marvel, inspirada en algunos de los personajes más emblemáticos dentro de los superhéroes, es, simplemente una experiencia extraordinaria y divertida.

Reúne en una misma aventura a cuatro personajes que, desde 2008, han aparecido en las pantallas en historias individuales: Iron Man y The Hulk en dos ocasiones, y Thor y Capitán América, en una cada uno. Y les pone un rival a la altura de ellos y de las circunstancias. De este modo se logra mantener al público de la sala sumergido en una experiencia fabulosa.

Digo que quise ir más allá de la acción de la película pues la vi justo el día en que pusieron la bomba en Bogotá, el pasado martes 15 de mayo. No es que necesitemos superhéroes para acabar con la violencia, ni más faltaba, ¡estos no existen! Pero pienso que ese espíritu de lucha y unión que se hacen evidentes en este film, reúnen todas las condiciones para que la trama marche bien. Se contagia la necesidad de “hacer equipo” y eso, en definitiva, es lo que todos necesitamos.

Mi sugerencia: las películas en 3D me marean; no suelo verlas pero en esta vale la pena ponerse los antiestéticos lentes.

Pili Meira Marambio