es escondites clandestinos que pertenecían a facciones terroristas de las Farc y grupos ilegales fueron hallados por soldados del Ejército en diferentes regiones de la geografía nacional.

La primera estructura ilegal, donde la cuadrilla 33 de las Farc escondía tres granadas de mano, fue hallada por tropas en el barrio Barco, del municipio de Tibú, departamento de Norte de Santander.

Una segunda acción militar se registró en el sitio conocido como Villa Baja, del municipio de Leiva, Nariño; cuando efectivos militares ubicaron una caleta perteneciente a la cuadrilla ‘Alfonso Arteaga’ de las Farc.

En el sitio los guerrilleros escondían 23 kilos de anfo, dos artefactos explosivos tipo granada sin espoleta, un proveedor para fusil AK-47 y 25 cartuchos calibre 5.56 milímetros.

Entre tanto, fue desmantelada una caleta perteneciente a la delincuencia común en el municipio de Tauramena, Casanare, por soldados destacados de la Octava División. El hallazgo dejó como resultado la incautación de tres granadas para mortero de 60 milímetros.

El material explosivo fue destruido de manera controlada por expertos militares.