Un panorama desalentador es el que han tenido que vivir los habitantes de las urbanizaciones Balcón del Valle 1, Portales de la Campiña y Cádiz, al noroccidente de Medellín, donde según denuncias ciudadanas han envenenado al menos a 23 mascotas.

Cuentan los vecinos que los animales comenzaron a llegar intoxicados a la veterinaria del barrio. Luego cayeron súbitamente. Otros perros amanecieron tirados en la calle, y no faltó el que los recogió para enterrarlos por caridad.

«Se tomaron la molestia de seleccionar los antejardines donde salían los perritos a orinar y ahí les tiraron el veneno. Lo triste es que muchos no eran de la calle sino que tenían dueño», lamenta Santiago Roldán, habitante de la urbanización en la que inició el envenenamiento masivo.

Según los hallazgos de la misma comunidad, el veneno estaba mezclado con vidrio molido y carne y los delincuentes lo habrían distribuido por los parques y lugares que más frecuentaban las mascotas.