En la mañana de este viernes fue encontrada muerta Jacintha Saldanha, una enfermera que fue víctima de una broma radiofónica sobre el embarazo de la esposa del príncipe Guillermo, Kate Middleton, que conmocionó al Reino Unido y a los duques de Cambridge, que aseguraron estar muy apenados.

Jacintha Saldanha fue la enfermera del hospital King Edward VII que el pasado martes contestó una llamada realizada por dos locutores australianos que se hicieron pasar por la reina Isabel II y el príncipe Carlos, y a los que se informó sobre el estado de la duquesa de Cambridge, ingresada por fuertes náuseas provocadas por su actual embarazo.

Saldanha apareció inconsciente en una zona cercana al hospital y posteriormente fue declarada muerta tres días después de que la falsa llamada protagonizara titulares en todo el mundo. Aunque las autoridades no confirmaron la causa del fallecimiento, los medios británicos apuntan a que se trata de un supuesto suicidio.

El príncipe Guillermo y su esposa, a través de un comunicado, expresaron que están “profundamente apenados” por la muerte de la enfermera, que formaba parte del equipo que atendió durante cuatro días en el hospital a Kate, que fue dada de alta este jueves.

Y agrego el comunicado que “Susalteza real fue cuidada maravillosamente bien en todo momento por todos en el hospital King Edward VII, y sus pensamientos y oraciones están con la familia, amigos y compañeros de Jacintha Saldanha”.

El hospital fue el encargado de confirmar la muerte y John Lofthouse, director del hospital, manifestó que Saldanha, a la que calificó como una enfermera “de primera” que había cuidado a cientos de pacientes, llevaba más de cuatro años trabajando en el King Edward VII, el hospital utilizado por la familia real británica. Y expresó su “profunda tristeza”, a lo que aseguró que “el hospital le había estado dando apoyo en un momento difícil”.

La llamada contestada por la fallecida, y en ella los locutores de la cadena australiana 2Day FM se hicieron pasar por Isabel II y Carlos. Desde recepción, Saldanha que cogió el teléfono porque a esas horas no había ningún recepcionista, transfirió la llamada a la habitación, donde la atendió otra enfermera, que comunicó a sus interlocutores que la paciente se encontraba bien.

Tras este incidente, el hospital King Edward VII se disculpó por haber caído en la encerrona y aseguró que revisaría sus procedimientos internos para evitar más intrusiones. Adicional a ello, aclaró hoy que la enfermera no fue sancionada por lo ocurrido y portavoces de la familia real británica confirmaron que no habían presentado ninguna queja al hospital por facilitar información por error sobre el estado de Catalina.

Mel Greig y Michael Christian, presentadores responsables de la broma, explicaron durante su programa que había sido “la falsa llamada más fácil” y reconocieron que sus acentos británicos fueron “terribles”. A lo que los responsables del hospital amenazaran con emprender acciones legales, Greig y Christian y la cadena a la que pertenecen dieron disculpas públicamente.