Opinión

´´ PERIODISTA…….´´

JULIO FERNANDO 2 (2) Por: Julio Fernando Rivera Vallejo

´´ Mariano, si me está escuchando, hágame un cortecito ´´, son las primeras palabras pronunciadas con temor por el jovencito de dieciséis años que, durante la mañana del domingo había leído las páginas deportivas de varios periódicos y escuchado a los comentaristas radiales de la época para estar bien informado acerca de los equipos que se iban a enfrentar ese día y, además le había dedicado a la poesía cerca de una hora, a fin, según su criterio, de enriquecer el léxico y, parecerse en lo posible a su ´´ ídolo ´´, Javier Giraldo Neira.

Faltan cinco, no pa´ las doce, como en la famosa canción que hace poco sirvió de fondo musical a los propósitos y las promesas que a estas alturas han quedado en idéntica situación a muchos programas de gobierno, sino, cinco para la una de la tarde y, el mozalbete se apresta a debutar en la radio de la Sultana del Valle.

El operador de sonido, asiente a la pregunta, levantando la aguja del disco que en ese momento gira en el tornamesa de Radio Fabulosa, una pequeña emisora en la que, con las uñas, se intenta competir con las grandes empresas del medio, que la tienen toda o si no la tienen, pues, sencillo, la compran colocando altoparlantes frente al legendario estadio Pascual Guerrero de Cali, o adquiriendo las encuestas de sintonía que los ubican en el primer lugar de las preferencias, o rifando casas… A quien le caiga el guante…

La tácita respuesta de Mariano es tan prolongada que se produce un bache de silencio que preocupa al muchacho, quien al volver a escuchar la canción, le dice: ´´ listo, entonces ponga la presentación, luego la cortina y cuando cuente tres, salgo al aire….´´. Dicho y hecho; todo ocurre según lo acordado y, mientras ello sucede, el pecho del joven, engalanado con una escarapela que dice ´´ PERIODISTA ´´ se expande estirando al máximo la camiseta china en la que orgulloso muestra el logo de la estación radial y comienza a hablar bonito, a la manera de quienes ha admirado durante su vida de simple oyente.

Ahora que es protagonista de novela, bueno, de radio novela, siente que la Nasa le queda pequeña y que, debajo del rótulo que lo acredita como periodista, está escrito el número 007 que da licencia para hablar de lo divino y lo humano. Total, ha visto los flamantes autos de las figuras del comentario deportivo, parqueados de cualquier manera en las afueras del coliseo sanfernandino, a salvo de los guardas de tránsito, con un letrero que dice ´´ PRENSA ´´ .

La incursión ´´ periodística ´´ no duró mucho, pues, por aquellos tiempos, aparecieron otras metas en el horizonte; sin embargo, la relación del otrora joven con los medios de comunicación se mantiene y, entre otras cosas, le sirvió para enterarse un poquito de lo bueno, lo malo y lo feo que como en cualesquier otra actividad y profesión en ese campo sucede.

Sirvió también, para conocer a los grandes y verdaderos periodistas que no necesitan ostentar escarapelas para ejercer su profesión con la dignidad, la altura y la responsabilidad que demanda el tener a su alcance el poder de un medio que puede ser utilizado para informar o para desinformar, para crear opinión o para sesgarla dependiendo de personales intereses, para hacer ciudad y país difundiendo esparcimiento y cultura o para sobrevivir porque el destino así lo dispuso.

A los verdaderos y genuinos periodistas, una felicitación sincera cuando acaba de pasar su día, y una voz de aliento para que con la magia de la palabra sincera, fundamentada y bien expresada, sigan construyendo el tejido social sobre el cual se deben cimentar las instituciones democráticas y participativas de un pueblo que tiene derecho a caminar hacia un mejor horizonte, iluminado por orientadores y guías de las más altas calidades y cualidades personales y profesionales.