Erupción de volcán Ontake en Japón deja hasta ahora 10 muertos y 63 heridos; hay 63 desaparecidos
— Son diez las personas muertas y 63 las heridas que deja hasta ahora la erupción del volcán Monte Ontake en Japón, mientras se reactivaron las labores de búsqueda y de rescate de los cuerpos de al menos 36 personas desaparecidas.
La operaciones de búsqueda se habían suspendido el domingo en el monte de más de 3.000 metros de altura por temor a un aumento de los gases tóxicos.
La población, que no fue avisada el sábado antes de la erupción, fue alertada hoy por la Agencia de Meteorología, que supervisa la actividad volcánica del país, para que no se acerque a un radio de al menos cuatro kilómetros del cráter, donde la erupción sigue su curso.
Además de los 63 heridos, en su mayoría con fracturas óseas, ocho de los escaladores del lugar, incluidos niños, continúan desaparecidos, aunque las fuentes oficiales señalan que muchos de ellos podrían encontrarse ya entre los fallecidos.
Los expertos explicaron que, pese a los temblores de los últimos días en la zona, hubiese sido muy difícil prever la erupción debido a que no ha habido cambios en el monte. Además, lo sucedido parece el resultado de un tipo de explosión provocada por el vapor y que es difícil de predecir, según ha asegurado Toshitsugu Fujii, uno de los expertos en vulcanología.
Fujii dijo que «no hay en absoluto garantías» de que lo sudecido el sábado en el Monte Onake esté relacionado con los terremotos que se sucedieron a principios de este mes. «No hay garantías de total seguridad cuando estás tratando con la naturaleza», añadió, en declaraciones recogidas por Reuters.
CAMBIO DEL SISTEMA DE VIGILANCIA
El portavoz del Gobierno, Yoshihide Suga, por su parte, admitió que la Agencia Meteorológica de Japón debería considerar su sistema de vigilancia. «Sin embargo, creo que hicieron el único juicio que pudieron», precisó.
Además, informó que la erupción no tendrá repercusiones en el reinicio de la central nuclear de Sendai, en el suroeste de Japón.
Los montañeros aseguraron que no hubo avisos de ningún tipo el sábado justo antes de que la erupción dejara a cientos de personas atrapadas y sin poder descender hasta pasado el peligro.
«Sentí un viento caliente contra mi espalda y me agaché hacia el suelo», declaró en la televisión NTV uno de los testigos de lo ocurrido, que advirtió que «estaba seguro» de que «iba a morir».
El padre de uno de los desaparecidos, un joven de 26 años que había acudido al enclave junto con su pareja, dijo que «no tienen contacto» de ningún tipo con el joven. «Estamos totalmente exhaustos», añadió. (Con información de Europa Press)