Por Mauricio Botero Caicedo
El haber declarado a Panamá ‘Paraísos fiscale’ tiene ciertamente un ‘tufillo’ imperialista que queda uno en ascuas para saber de dónde salió tan peregrina idea. ¿Será ordenes de la cabeza anterior de la DIAN que en buena hora hoy hace gala de su antipatía y mal carácter es en las verdes praderas de Washington? ¿O será el precio que hay que pagar por el embeleco de querer formar parte de la OECD? De todas maneras lo que si es claro es que es una pésima idea, que aparte de enfurecer a lo que es posiblemente uno de los principales socios de Colombia, no van a lograr nada, absolutamente nada fuera de obstaculizar los flujos comerciales y financieros. Colocar a Panamá a la altura de las Islas Cayman es una grotesca estupidez!
Y hablando de la DIAN, recomiendo la lectura del artículo del economista Stefano Farné en El Tiempo del jueves 9 de octubre. En un aparte de dicho artículo, Farné afirma: “En el otro lado, las responsabilidades tributarias de los contribuyentes son tajantes. Así, mientras los “errores técnicos” de la Dian –o quien funja por ella– tienen como única sanción unos artículos periodísticos de crítica, la persona natural es penalizada por casi todo: i) si no presenta la declaración de renta; ii) si no la presenta en el plazo establecido; iii) si efectúa una corrección a su declaración; iv) si omite activos; v) si incluye pasivos inexistentes; vi) si hace cálculos matemáticos erróneos; vii) si simplemente comete una inexactitud. Así, por ejemplo, el contribuyente que sufre un accidente y es hospitalizado no tiene forma de evitar una sanción por extemporaneidad si no alcanza a presentar a tiempo su declaración. Además, le cobrarán un 5 por ciento por cada mes o fracción que se atrase en pagar el impuesto, adicional, obviamente, a los intereses de mora. Este año, y gracias a la reforma tributaria del 2012, serán castigados también los contribuyentes que por “ingenuos” (me resulta difícil considerarlos evasores) han hecho su declaración aprovechando la liquidación más favorable –con la que pagarían menos impuestos– de las alternativas existentes, el método tradicional y el Imán. El principio de favorabilidad que rige para defender las partes más débiles en los procesos penales y laborales, en asuntos tributarios favorece, más bien, al más fuerte.”
Es inaceptable es que a los colombianos se nos siga aplicando en las relaciones con el Estado la Ley del Embudo. Lo ancho es para excusar la incompetencia y errores de la burocracia; y lo angosto es para castigar los errores y las omisiones de los sufridos contribuyentes.
*****
Por otra parte, excelente la idea del ex presidente Uribe de declarar al gobierno de Maduro como “Paraíso terrorista’. No podemos seguir siendo tan cándidos de pensar que Maduro y sus secuaces no le brindan apoyo de manera permanente y sistemática a los narcoterroristas del las Farc y el ELN. El gobierno, de manera mendaz, se hace el de la vista gorda dado que el menor gemido, la más discreta protesta, pudiera traer un rompimiento de las Conversaciones de Paz en La Habana. ¡Pusilanimidad igual, pocas veces se ha visto en la historia¡
Los comentarios están cerrados.