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Comunidades Religiosas marcharon para rechazar atentado contra «Charlie Hebdo»

Gustavo PetroCaricaturistas, dibujantes, periodistas, grafiteros, el cuerpo diplomático acreditado en Colombia y diversas organizaciones religiosas se congregaron en la Plaza de Bolívar de Bogotá para rechazar la masacre perpetrada por grupos radicales yihadistas, contra el semanario Charlie Hebdo, que dejó 12 personas muertas.

Al evento realizado ayer en la Plaza de Bolivar, y convocado por la Embajada de Francia en Colombia, asistieron representantes de diferentes credos, tales como Sheikh Ahmad Tayel, representante de la la comunidad musulmana; el Gran Rabino Alfredo Goldshmidt, representante de la comunicad Judía, el Padre, Francisco de Roux, representante de la Iglesia Católica, y contó con la presencia del Alcalde Mayor de Bogotá, Gustavo Petro Urrego.

Los convocantes en sus intervenciones, coincidieron en hacer un llamado a la unión contra cualquier tipo de violencia, en cualquier sociedad.

El Gran Rabino Alfredo Goldshmidt, representante de la comunidad Judía aseguró que “el mundo musulmán y el judío se han relacionado estrechamente durante siglos y siglos. Nuestros grandes sabios en la Edad Media se comprendían e intercambiaban, y hoy, por expresar una opinión caen balas, muere gente. Je Suis Charlie, Je Suis Police”.

Así mismo, El Gran Rabino dijo que “el sentimiento de antisemitismo ha crecido en los últimos años de manera desproporcional… El virus de antisemitismo puede ser destructivo para cualquier sociedad. Gracias a todos aquellos que se identifican con el dolor… Comprometámonos todos a luchar por la libertad de expresión, por la libertad religiosa y por contribuir, un granito más, a la paz aquí en Colombia y en todos lados donde surjan obstáculos para la paz”, señaló.

Por su parte, el padre, Francisco de Roux representante de la comunidad católica, aseguró que “todos nosotros estamos profundamente conmovidos por estos acontecimientos. Qué bueno poder estar aquí con Ahmad, hermano musulmán, y con Alfredo, hermano Gran Rabino, para decir lo que ellos han dicho, que si Dios tiene algún significado para todos nosotros, es la fuerza de nuestra dignidad, la grandeza de cada mujer y hombre y la absoluta claridad de que una vida humana es sagrada y no hay motivo o razón para tocar una vida humana, de ninguna persona sea cual fuera su religión, raza o nacionalidad”

Finalmente, reflexionó sobre la lección que puede dejar lo que lo ocurrido en Francia. “Ojala esta lección de Francia nos dé a nosotros un mensaje: por encima de todas las cosas Francia ha salido unida a defender los valores que constituyen la República. Que los colombianos también nos unamos con determinación en la defensa de la vida y en la paz que necesitamos todos, para poder ser posibles como seres humanos”, concluyó.

En su intervención, el alcalde Mayor de Bogotá, Gustavo Petro Urrego, destacó el papel fundamental de la libertad de expresión en la construcción de una democracia real y sólida.
«Hay quienes creen que lo que pasa fuera de nuestras montañas no nos deben importar. Al contrario generaciones que bebieron ideas extranjeras crearon nuestra República, dijo Petro.
«Nosotros somos hijos de la consigna: igualdad, libertad y fraternidad. Nos estamos dejando de entender cuando en el mundo no se entienden los árabes con los musulmanes. En París mataron a Charlie y en Colombia a Jaime Garzón solo por no saber admitir la diferencia. La muerte es el resultado al no entender la opinión del diferente, al que piensa diferente», afirmó el mandatario.
«Bogotá debe tener una posición internacional, no queremos que los hechos de terror maten la libertad de pensamientos. Este acto que nos reúne aquí, nos lleva a aclamar la libertad, la igualdad y la fraternidad en el mundo. La falta de entender la diferencia mata la libertad”, concluyó el burgomaestre.
Al evento asistieron también el embajador de Francia en Colombia, Jean-Marc Laforêt, el ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, la ministra de Relaciones Internacionales, María Ángela Holguín, la secretaria de Cultura, Clarisa Ruiz, representantes de diferentes comunidades religiosas presentes en la capital de la República, y cerca de 20 misiones diplomáticas.