Internacional

Catástrofe humanitaria: Otro barco con más de 300 inmigrantes se hunde en el Mediterráneo

Barco Mediterraneo4El presidente del Gobierno italiano, Matteo Renzi, informó que unidades de la Guardia Costera italiana y de Malta, realizan operativos de salvamento para socorrer a dos nuevas barcazas en dificultad después del fuerte choque entre lados que ocasionó su hundimiento frente a las costas de Libia, y en las que viajaban unos 450 inmigrantes. Según el reporte de un pasajero de la embarcación de quien se desconoce su identidad, hasta el momento 20 personas han muerto.

Renzi explicó que en las dos barcas emitieron la alarma al encontrarse a la deriva a tan sólo 30 millas de las costas de Libia, viajaban unas 100-150 personas, mientras que en otra más grande hay unos 300 inmigrantes.

«La persona que llamó dijo que hay más de 300 personas a bordo de su barco y que se está hundiendo” (…) “También afirmó que había muertos, al menos 20», indicó Renzi.

El primer ministro italiano informó de la situación durante una rueda de prensa conjunta con el ministro maltés Joseph Muscat, con quien se entrevistó hoy en Roma a raíz del último naufragio en el Canal de Sicilia donde se cree han perdido la vida entre 700 y 950 inmigrantes al volcar la barca en la que viajaban.

Según el Ministro, la oficina de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) recibió una llamada de auxilio, supuestamente procedente de una embarcación más que intenta cruzar el Mediterráneo hacia Europa, confirmó un portavoz de la entidad.

La OIM indicó que el barco viaja junto a otras dos embarcaciones con migrantes, pero no sabe exactamente dónde se encuentran.

La organización contactó a las guardias costeras del Mediterráneo, pero estas «no tienen los medios para rescatarlos» debido al naufragio de otro barco el domingo, frente a las costas libias, en el que desaparecieron cientos de personas.

Las autoridades «intentarán probablemente desviar buques comerciales» hacia el lugar donde se está hundiendo el barco, una operación complicada ya que, según la OIM, algunos «no quieren colaborar».