Cantando el himno nacional, cargando enseres y cruzando el Rio Táchira, centenares de colombianos abandonaron el país vecino de Venezuela, tras el decreto ordenado por el régimen Maduro de declarar estado de excepción en la zona fronteriza con Colombia, lo que produjo la deportación masiva de connacionales, y una crisis humanitaria en el país.

Cientos de personas, muchas de ellas bebes y niños de brazos, cruzan el río Táchira con pertenencias al hombro, rescatadas de sus viviendas, después de que la Guardia Venezolana irrumpiera con máquinas y destruyera lo que a su paso se avistara como colombiano.

Camas, colchones, neveras, estufas, puertas, ropa, electrodomésticos y hasta animales de corral y mascotas, hacen parte de los elementos que a hombro son pasados por el caudal del río, para luego caminar por la trocha que lleva al sector La Playita que comunica con el corregimiento La Parada de Villa del Rosario.

Niños, ancianos y mujeres embarazadas o con bebés en brazos atraviesan el río bajo la aparentemente descuidada mirada de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) de Venezuela que parece haber abierto la mano ante este drama humanitario.

Sus casas son marcadas con una «D» o una «R», «como en el holocausto nazi», que significa, según palabras de Maduro que “todo eso va para el suelo».

El pasado viernes, Maduro activó un Estado de Excepción constitucional por 60 días en los municipios fronterizos del estado Táchira, luego que dos días antes tres efectivos de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana resultaran heridos por supuestas bandas paramilitares, mientras cumplían funciones de seguridad para evitar el contrabando de productos básicos hacia Colombia.

Por esta acción del Régimen Maduro, se ha reportado la salida de Venezuela de por lo menos 1.113 colombianos, en los que se incluye la expulsión de 42 de ellos por La Guajira. Exactamente, por Paraguachón, por donde netraron 37 colombianos deportados, dos niños repatriados y otras tres personas expulsadas por algún delito según Migración Colombia.

Luego del cierre de la frontera, empezaron a llegar a Cúcuta decenas de colombianos, humillados, ultrajados, decepcionados y acusados de se auspiciadores del paramilitarismo colombiano.

Los colombianos deportados son atendidos cinco albergues destinados para su atención: en la zona de La Parada, hay 225 personas, en el Coliseo Municipal hay 81 deportados y sus familias; en el Centro de Migración, hay atendidos 152 personas, en el CIC Moricha, 61 y en el Coliseo, 59 más.

El organismo informó que 643 de los colombianos deportados se encuentran ya en las casas de familiares y amigos.