En la Plenaria del Senado fue testigo de tal vez, uno de los más altos debates que se han llevado a cabo en su recinto. La razón: la discusión sobre el acuerdo en materia de Justicia Transicional, que no es otro tema que el puente que ha de llevarnos hacia la paz.

Este debate se da en desarrollo del importante acuerdo alcanzado la semana pasada en la Mesa de Negociaciones de La Habana, que estructuró las bases del sistema de Justicia Transicional que será el cimiento para la transformación del país a un escenario de paz. El acuerdo, que ha sido objeto de múltiples críticas, fue hoy puntualizado en su alcance por voz de la senadora Viviane Morales.

En primer lugar, la Senadora recalcó como la Justicia Transicional no es un proceso en el que se deba priorizar la justicia penal sino que es un proceso que tiene como objetivo alcanzar la paz. Frente a esto, insistió en que no existe ningún instrumento internacional que establezca que se debe pagar un determinado número de años en prisión, sino que de lo contrario debe buscarse la superación del conflicto a través de herramientas que permitan la garantía efectiva de la verdad, la justicia, la reparación y la no repetición.

En segundo lugar, Morales rechazó la confusión que se ha generado en la opinión pública frente a la aplicación de la Justicia Transicional hacia los militares. Así, reiteró que no se está igualando a los militares con las FARC frente al problema, sino en cuanto a la solución, recordando como el Centro Democrático ha presentado tres propuestas que podrían ser consideradas como autoamnistías, al ser tomadas de forma unilateral por parte del Estado y no contribuir de esa forma a la verdad y la justicia. Frente a la Justicia Transicional la Congresista resaltó la importancia de reconocer que hubo estructuras dentro del Estado que permitieron la violación de los derechos humanos, y que no fueron simples «manzanas podridas» o «cabos sueltos».

Sobre las responsabilidades de los terceros y particulares, la Senadora resaltó las fallas en las que incurrió la Ley de Justicia y Paz, que no resolvió el tema de los auspiciadores de los paramilitares. Morales insistió en que los terceros y particulares deben cuentas a la sociedad y a la Justicia por la promoción y financiación de los actores de la guerra, que deberán responder a través de este mecanismo de Justicia Transicional.

Adicionalmente, la parlamentaria planteó el tema de la participación política de las FARC como fundamental y necesario para romper el ciclo de violencia al que nos llevaron anteriores procesos de paz. Una vez hayan cumplido con lo acordado, con la verdad y la reparación, las FARC se deben convertir en garantes de los Acuerdos que ellos mismos suscribieron. En ese sentido, insistió que el Congreso debe modificar el Marco Jurídico para la Paz ya que excluye a los máximos responsables.

Finalmente, la senadora concluyó con la importancia de la verdad como garantía de la efectiva implementación de los Acuerdos y la construcción del posconflicto. Al respecto, insistió en el papel que deben jugar los Estados Unidos, dado que la verdad que aquí nos hace falta la han contado allá militares, paramilitares, y narcotraficantes extraditados. En este sentido, planteó que esta cooperación de los Estados Unidos es indispensable para la seguridad jurídica de los Acuerdos.