Colombia es de nuevo el mayor productor de coca del mundo: The Washington Post
–El influyente diario «The Washington Post» titula en primera página este miércoles un extenso informe: «Colombia es de nuevo el mayor productor de coca del mundo» y advierte que este hecho es un duro golpe para los Estados Unidos.
Según el informativo estadounidense, Colombia se coloca a la cabeza de la producción de droga por encima de Perú y Bolivia combinados y atribuye este hecho a la guerrilla de las Farc que están animado a los agricultores a sembrar más coca en previsión de la firma del acuerdo de paz, en el cual se comprometen a dejar este negocio.
«Funcionarios estadounidenses y colombianos dicen que la principal razón para la actual cosecha es que las FARC, junto con otros grupos armados, ha animado a los agricultores a sembrar más coca en previsión de que el acuerdo de paz y la nueva ayuda del gobierno», precisa el informe firmado por Nick Miroff, corresponsal en América Latina.
Afirma que «el cultivo de coca ilegal está creciendo en Colombia, borrando uno de los logros de escaparate de la política antinarcóticos de Estados Unidos y amenazando con enviar una ráfaga de cocaína barata a través de la tubería de contrabando a Estados Unidos».
Recuerda que hace dos años Colombia había dejado de ser el mayor productor del mundo, cayendo detrás de Perú, pero ahora en territorio colombiano crece la coca más que el Perú y Bolivia, que se ubica en tercer lugar.
En 2014, el último año del que se tienen estadísticas, los colombianos plantaron 44 por ciento más coca que en 2013, y agentes antidrogas de Estados Unidos dicen que la cosecha de este año es probablemente aún mayor, afirma.
También reseña que el boom de la coca se produce en un momento especialmente delicado para el gobierno colombiano, que está en las etapas finales de las negociaciones de paz con la guerrilla izquierdista de las FARC, que durante mucho tiempo se han beneficiado del comercio ilegal de drogas.
Dice que el mes pasado, el gobierno suspendió la fumigación aérea de los cultivos, citando preocupaciones de que los herbicidas utilizados pueden causar cáncer. Ese programa había sido un pilar del Plan Colombia, en virtud del cual los Estados Unidos ha proporcionado más de $ 9 mil millones a este país desde el año 2000.
Advierte que las FARC pasaron a dominar el tráfico en las zonas bajo su control, se ha comprometido a dejar el negocio de la droga si se alcanza el acuerdo de paz.
Sin embargo, subraya que otros grupos armados de Colombia – incluyendo la guerrilla del ELN, bandas paramilitares y las bandas rurales conocidas como «bacrim» buscan posicionarse en el negocio en las zonas donde las FARC se retire.
No obstante, advierte que el nuevo boom de la coca en Colombia estaba en marcha antes de la prohibición de la fumigación aérea entró en vigor 1 de octubre.
The Washington Post cita a Jorgan Andrews, director de Asuntos Narcóticos Internacionales y Aplicación de la Ley sección del Departamento de Estado en la Embajada de Estados Unidos en Bogotá, quien afirma que el crecimiento de la producción de coca parece estar vinculado a las conversaciones de paz con las FARC y expectativas acerca de los programas de sustitución que pueden seguir.
«Los programas de gobierno estarán en áreas donde hay coca, por lo que una interpretación es que los que cultivan la mayor parte de la coca obtendrán los mayores beneficios del gobierno», dijo. «Y si el proceso de paz con las FARC se cae a pedazos», dijo, «ya tendrán más coca en el suelo.»
«¿Qué pasa si los números de coca siguen subiendo? Se va a poner un montón de presión sobre el gobierno de la comunidad internacional «, dijo Bo Mathiasen, el director Colombia de la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito.
Sin embargo, señaló, la coca no es lucrativo para los pequeños agricultores – incluso si se paga más de los cultivos tradicionales. «Y esa es la buena noticia para nosotros, ya que hace que sea más fácil tener éxito con las alternativas», dijo Mathiasen.

De otro lado señala que alrededor de 1 millón de los 50 millones de ciudadanos de Colombia están relacionados con el negocio de la coca, directa o indirectamente, según Eduardo Díaz, el economista y ex ministro de Salud a cargo del programa de sustitución de cultivos.
Díaz dijo que el gobierno ha aprendido lecciones importantes en los últimos años acerca de lo que funciona y que no funciona.
«No puede ser, ‘Aquí, pruebe estas semillas, hasta luego'», dijo Díaz. «Tenemos que establecer la presencia del Estado en estas zonas de conflicto.»
El informe destaca que el consumo de cocaína en los Estados Unidos cayó en la última década, mientras que el uso de la metanfetamina y la heroína se disparó. Pero, subraya, un exceso de producto barato podría traer una nueva fiebre cocaína. También podría desencadenar nuevos ciclos de violencia a lo largo de las rutas de tráfico a través de América Central y México.
Destaca que en una entrevista con The Washington Post, Santos dijo que su gobierno buscará apoyo de Estados Unidos para el gran plan de sustitución de cultivos nuevos. Con las FARC fuera del campo de batalla, un programa de este tipo podría tener éxito donde las iniciativas anteriores han estado a la altura, expresó.
«Tenemos una oportunidad de oro», dijo Santos. «Pero si no damos a los agricultores una alternativa, van a seguir creciendo los cultivos de coca.»
El informe señala que incluso si el gobierno de Santos y las FARC acuerdan una tregua por su fecha límite 23 de marzo, no significará que trabajadores sociales con semillas de cacao y proyectos de peces agrícolas saldrán a recorrer selvas y montañas de Colombia.
«Algunos de los bastiones de coca del país es probable que permanezcan», afirma y subraya que no hay zonas prohibidas aunque advierte el riesgo de las minas antipersonal sembradas por la guerrilla para proteger las zonas cocaleras. Colombia tiene más muertes y lesiones causadas por las minas antipersonal que en cualquier lugar fuera de Afganistán, puntualiza.
https://www.youtube.com/watch?v=Ht1N3F4-lK4



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