–«El cese al fuego unilateral decretado por las Farc desde el pasado 20 de julio, se sigue viendo amenazado por los constante hechos de violencia que las fuerzas armadas gubernamentales y paramilitares desarrollan en distintas áreas contra la población civil».

Así lo señala el grupo guerrillero en un comunicado emitido desde La Habana, coinicidiendo con el anuncio hecho por el gobierno colombiano de amnistiar a 30 subversivos presos en cárceles del país.

Según las Farc, «en el municipio de Argelia, Cauca, se está desarrollando un gigantesco operativo militar». Agrega que «las tropas acantonadas en El Mango, el día 17 de noviembre, iniciaron un despliegue en la vereda El Encanto, corregimiento de la Belleza, van destruyendo todo a su paso.

Indica que en esos movimientos de las tropas, el día 18 cayeron en un campo minado, resultando heridos 5 soldados entre los que figurarían, según especula la radio, un capitán y un cabo.

Además señalan que «entre las actividades destructivas que están aplicando se encuentra la erradicación forzada. Se multiplican los fuertes enfrentamientos entre campesinos y la fuerza pública. La reacción criminal de las tropas ha ocasionado la muerte y heridas de un gran número de pobladores de la región».

Igualmente precisan que «si en el Cauca llueve en el Chocó no escampa» y al respecto reseñan que «este departamento continúa siendo castigado por el terrorismo paramilitar en complicidad de las autoridades municipales, el ejército y la policía de la región, con quienes mantiene coordinación y connivencia».

Las organizaciones sociales y populares denuncian que el día 18 de noviembre fue asesinado Eduardo Manuel Jaramillo Hoyos, campesino de la vereda Titiza, en la vereda que conduce a Balboa. Dos días atrás habían asesinado dos campesinos más en la vía de Tanela a Unguía. Todo se hace a la luz del día y de las autoridades, pero ninguna hace, ve, ni escucha nada, concluye el comunicado.

De otro lado, el cabecilla Edison Romaña, integrante del equipo negociador de las Farc en La Habana escribió una nota en la we del grupo guerillero en la cual afirma que el paramilitarismo es una realidad que no se puede tapar con las manos.

Afirma que «el Estado colombiano no ha mostrado voluntad para enfrentar y erradicar el paramilitarismo; por el contrario, el Bloque de Poder Dominante a través de miembros de las fuerzas armadas lo han gestado, adiestrado, apoyado, sostenido… como uno de sus instrumentos más sanguinarios contra la subversión. Han aplicado concepciones y métodos implantados del exterior, como aquello de que era preferible eliminar a un inocente que dejar libre a un subversivo».

Añade que el paramilitarismo como estrategia contrainsurgente en Colombia ha sido una política de Estado, no ha sido un hecho aislado o coyuntural, y ha correspondido a una ideología de terrorismo de Estado con sus naturales variaciones dependiendo de las circunstancias de cada momento.

Finalmente señala que el paramilitarismo en Colombia, transformó negativamente a Colombia. Por decir lo menos, aparte de sembrar la muerte y el terror entre las pobrerías del campo y la ciudad, borró de un plumazo los múltiples intentos de Reforma Agraria. Así para alcanzar la paz estable y duradera que tanto clama el pueblo colombiano y las FARC-EP es necesario que el Estado tenga voluntad de esclarecer y terminar de una vez por todas con estas prácticas de guerra sucia. Se debe desarticular sin más demoras el paramilitarismo; desde su concepción, hasta los mecanismo de su ejecución.