A una familia musulmana británica con nueve hijos se le prohibió viajar a Disneylandia debido a que funcionarios estadounidenses les impidieron tomar un avión hacia Los Angeles.
La familia de 11 miembros estaba a punto de tomar el vuelo hacia Los Angeles para un viaje de vacaciones a Disneylandia el 15 de diciembre, cuando funcionarios del Departamento de Seguridad Interna de Estados Unidos se les acercaron en la sala de partida del Aeropuerto de Gatwick de Londres y les impidieron abordar el avión.
El padre, Mohammar Tariq Mahmood, dijo que se sintieron «humillados y marginados». La familia había pagado 9.000 libras esterlinas (cerca de 13.382 dólares) por los boletos de avión.
Los funcionarios le informaron a él y a su familia que su autorización para tomar el avión fue cancelada sin darles mayor explicación.
Mahmood, quien iba a realizar el viaje con su hermano y nueve de sus hijos, dijo que todos los miembros de la familia tenían autorización para viajar conforme al Programa de Exención de Visa de Estados Unidos, pero los funcionarios les indicaron que no podían abordar el avión.
«En lo que a nosotros respecta, no hemos hecho nada malo. No hemos tenido problemas con la policía. Somos ciudadanos normales que cumplen con la ley. Trabajamos aquí, pagamos nuestros impuestos y somos gente normal», dijo.
«En realidad, nos sentimos humillados y marginados porque la forma en la que nos trataron fue fuera de lo normal. Todos nos miraban, fue vergonzoso», añadió.
Mahmood dijo al diario The Guardian que cree que la razón para la cancelación de último momento fueron «los ataques contra Estados Unidos. Creen que todos los musulmanes representan una amenaza».
Stella Creasy, parlamentaria que representa a Walthamstow, donde vive Mahmood, exhortó al primer ministro británico, David Cameron, a intervenir para cuestionar la decisión de Estados Unidos.
«Ahora debemos hacer algo más que encogernos de hombros por las políticas de seguridad reservadas de Estados Unidos que dejan a nuestros electores en tal limbo», escribió Creasy en un artículo para The Guardian.
«Si la embajada no responde al parlamentario de la familia, deberá responder a su primer ministro y él a nosotros sobre lo que hará para garantizar que ningún ciudadano británico sea discriminado por su fe en nuestras tierras», añadió la parlamentaria.
Creasy también señaló que un creciente número de ciudadanos británicos musulmanes señala que han sido tratados de manera similar.
La parlamentaria advirtió que el vacío creado por la negativa de Estados Unidos a ofrecer una razón para tales decisiones «alimenta el resentimiento y el debate».
«De hecho, si Estados Unidos considera que tiene buenos motivos para evitar que las personas vayan a ese país, no podemos quedarnos satisfechos con que Reino Unido no emprenda ninguna acción para dar seguimiento a esto aquí», dijo.
Un vocero de la calle Downing indicó que Cameron «considerará los asuntos planteados por Creasy y responderá en su debido momento».
Keith Vaz, presidente del Comité Selecto de Asuntos Permanentes del Parlamento, dijo que parece haber un creciente patrón de ciudadanos británicos a los que se les niega la entrada a Estados Unidos, según un informe de BBC.
«Imaginen que un funcionario británico le dijera a un ciudadano estadounidense que no puede abordar un avión. Habría un completo alboroto en Estados Unidos», añadió.
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