Una caída masiva a 30 km de la meta, con Nairo Quintana, Dani Moreno, Sepúlveda, Contreras y Gaviria involucrados, ha sembrado el pánico en el pelotón. Adriano Malori (Movistar), el subcampeón del Mundo de contrarreloj, ha debido ser urgentemente trasladado al hospital.

Sepúlveda (Fortuneo) mantiene pese al susto el liderato en vísperas de la etapa reina, con final en Comechingones. Sobre el papel la de hoy era una jornada de relax, si se puede emplear este término en el ciclismo, para los favoritos.

En ausencia de puertos y dificultades, los candidatos al triunfo absoluto querían guardar fuerzas para la decisiva etapa de mañana. Sin embargo, desde algunas horas antes los nervios afloraban en algunos al comprobar que soplaba el viento, ese enemigo que tanto temen y odian los ciclistas.

La prematura escapada de Dani Díaz (Delko-Marseille)), Tivani (Argentina), Ibarra (San Juan) y Cabrera (Uruguay), sin embargo, ha tranquilizado muy pronto a todos, porque el guión era previsible: escapada, control final por parte de los equipos con velocistas y, finalmente, llegada al sprint.

Es verdad que Dani Díaz, el dos veces ganador de la prueba, impone siempre respeto a sus rivales, pero por distintas circunstancias se encontraba muy lejos, a 9:13 en la general, y por tanto se podía dar luz verde a su escapada.

Como querían los favoritos, el guión se estaba cumpliendo con el paso de los kilómetros, pero cuando el pelotón, encabezado por el Ettix-Quick Step de Fernando Gaviria, empezaba a recortar tiempo a los fugados, una caída ha sembrado el pánico en el pelotón.

«Yo iba tercero, tras dos hombres del Etixx-Quick Step», contaba Fran Ventoso, el corredor del Movistar, en la línea de meta. «Malori iba justo detrás, se ha caído y, con él, se han ido al suelo al menos 40 corredores más. Nibali me ha dicho luego que Malori», su compañero en el equipo español y actual subcampeón del Mundo de contrarreloj, «ha metido la rueda en alguna grieta y no ha podido evitar la caída».