Refugiándose del ruido de los carros, se escondió dentro de una alcantarilla donde creyó estar a salvo, buscando comida y alentada por el olfato entró por un hueco que hay en la parte superior del desagüe. Una vez introdujo la cabeza por un pequeño orificio y allí empezó su pesadilla.

Sin contar que en esos momentos las aguas la arrastrarían unos metros más abajo, ‘la negra’ trató de nadar pero no fue suficiente ya que la fuerza de las aguas sería más fuerte que ella y la llevaría hasta el drenaje a las afueras del pueblo.

Los aullidos ya casi imperceptibles por el esfuerzo que había hecho la cachorra para mantenerse con vida, fueron seguidos por una vecina que la escuchó al pasar cerca de una bocatoma del pueblo, de inmediato dio aviso a la patrulla del cuadrante, quienes llegaron al lugar para montar un gran operativo de salvamento.

Los uniformados buscaron el lugar exacto en donde se encontraba atrapado el animalito para así apresurar el rescate, ya que no contaban con mucho tiempo porque a esa hora aumentaban las aguas de las tuberías lo que ponía en peligro la integridad de la perrita.

En un primer intento uno de los policías buscó una entrada pero fue en vano ya que estos lugares son de espacio reducidos y una persona de ese tamaño no podría ingresar. En un segundo intento con la ayuda de herramientas como barras suministradas por la ciudadanía lograron abrir una de las tapas del alcantarillado (la cual tiene un peso de cerca de 50 kg) para facilitar la entrada hasta el lugar y poder sacar la cachorrita.

Cuando la hallaron los patrulleros en el caño se valieron de un balde con agua y jabón para removerle el lodo que lo cubría. En las primeras horas no quería comer y se lo pasó durmiendo. Ahora ‘la negra’ vive y fue adoptada por los integrantes de la patrulla que salvó su vida, donde recupera el calor que le faltó en esa interminable espera en las tuberías.