–Como un año «difícil» consideró este 2017 el Papa Francisco por la cantidad de viajes planeados, dentro de los cuales, nuevamente, mencionó a Colombia.

“Va a ser difícil este año, hay tantos viajes planeados”, advirtió el Pontífice en declaraciones al semanario alemán “Die Zeit”, tras ser preguntado sobre si había, tal vez, destinos más importantes en este momento, como Rusia, China o India.

“Más importante sería un viaje a Sudán del Sur, pero no creo que sea posible; incluso se planeó un viaje al Congo, pero no funcionará tampoco con Kabila (el presidente del país)», indicó.

«Están todavía en el programa India, Blangladesh y Colombia, un día en Fátima, en Portugal y, por lo que sé, está pendiente un viaje de estudios a Egipto”, precisó.

En el caso colombiano el Papa Francisco, sin embargo, no estableció una fecha para la visita. Lo que se ha dicho en medios del Vaticano en Roma, es que su viaje a territorio colombiano se produciría entre septiembre y octubre de este año.

De otro lado, en sus declaraciones a «Die Zeit», Francisco se reconoció como “pecador” y “no infalible”.

“Soy pecador y no soy infalible”, dijo para rechazar el culto a la persona del papa.

“No debemos olvidar que la idealización de una persona es también una especie de agresión subliminal. Cuando soy idealizado, me siento agredido”, señaló.

Francisco, según “Die Zeit”, se ve como un creyente normal: “No me veo como alguien extraordinario”, apuntó.

Francisco se mostró preocupado por los populismos en las democracias occidentales y especialmente en Europa.

“El populismo es malo y acaba mal, como ha mostrado el pasado siglo”, afirma Francisco, quien considera que esas tendencias se basan en la utilización de las personas, para lo que se recurre a mesías con el argumento de que hay que proteger la identidad del pueblo.

El papa volvió a hablar de una tercera guerra mundial y pidió dirigir la mirada, por ejemplo, a Ucrania, Asia o Irak.

Preguntado por si atraviesa momentos en los que duda de la existencia de Dios, respondió que él también conoce “los momentos de vacío” y de oscuridad.

Tales crisis son, sin embargo, a su juicio, una oportunidad para crecer: “No quiero decir que la crisis sea el pan de cada día de la fe, pero una fe que no atraviesa crisis para crecer, se mantiene infantil”.

El papa consideró problemática la escasez de vocaciones sacerdotales en muchos países, como Alemania, y cree que es un desafío que la Iglesia debe afrontar sin miedo.

A su juicio, “falta oración”, trabajar con los jóvenes que buscan orientación y servir al prójimo.

Francisco hizo hincapié en la necesidad de acercarse a los jóvenes a pesar de las dificultades porque son “los grandes perdedores de la sociedad moderna” y denuncia el “gran problema” que suponen las elevadas tasas de paro en muchos países.

Las bajas tasas de natalidad, añadió, son también un “serio problema”, porque “donde no hay hombres jóvenes, no hay sacerdotes”

Al analizar la falta de vocaciones, reconoció que se habla también de celibato voluntario, pero sostiene que esa no es “ninguna solución”.

Sí admitió la posibilidad, por ejemplo, de reflexionar sobre los “Viri probati”, hombres casados que podrían asumir determinadas tareas en comunidades lejanas, y recuerda que una comisión analiza el papel de las mujeres diáconas en la iglesia antigua, pero precisa que se creó para “investigar el tema, no para abrir una puerta”.

La teología, sostiene, debe investigar: “Los miedos cierran puertas. La libertad las abre. Y cuando la libertad es pequeña, por lo menos se abre una ventanita”, añadió.