Este domingo el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, abrió la jornada de elección de la Asamblea Constituyente en un colegio del oeste de Caracas, lo denominó “voto por la paz” y mencionó: “Le pido a Dios todas sus bendiciones para que el pueblo pueda ejercer libremente su derecho democrático al voto”.

Los centros electorales abrieron a las 6:00 a.m. hora local para elegir a 545 asambleístas que formarán un ‘suprapoder’ que regirá al país de manera indefinida.

Maduro también señaló que: “Ha querido el emperador Donald Trump prohibirle al pueblo ejercer el derecho al voto (…) y yo dije llueva, truene o relampaguee habrá elecciones y Asamblea Constituyente”.

El Jefe del Estado llevó a puerto su polémico proyecto en medio de la ola de protestas con las que exigen desde hace cuatro meses, su salida del poder y en las que según las autoridades, han muerto cerca de 100 personas.

La situación se ha venido complicando debido a los linchamientos, saqueos, edificios y vehículos quemados, ciudades semiparalizadas lo que ha polarizado el país y que está al borde de un colapso económico.

Tras no lograr detener la Constituyente con marchas, huelgas y bloqueos, la oposición llamó a una masiva concentración este domingo en Caracas y a poner barricadas en vías de todo el país, pese a que el gobierno amenazó con encarcelar a quienes boicoteen la votación.

El diputado Freddy Guevara, a nombre de la coalición Mesa de la Unidad Democrática (MUD), dijo: “Quedará constancia de que ese fraude constituyente y electoral es el más grave error histórico que pudo cometer Maduro”.

La Mesa de la Unidad Democrática MUD, se marginó de la Constituyente alegando que no fue convocada en un referendo previo y que su sistema comicial fue diseñado para que el gobierno la controle y redacte una Carta Magna que instaure una dictadura comunista.

Luis Vicente León, presidente de la encuestadora Datanálisis, señaló que: “No fue convocada para resolver los problemas del país sino el de una revolución: No puede ganar elecciones”.

Por su parte el presidente Maduro y su Constituyente cuentan con apoyo de los poderes judicial, electoral y militar. Pero más de un 80% de la ciudadanía rechaza su gestión y un 72% su proyecto, según Datanálisis.

Maduro ha sostenido que la Constituyente es necesaria para frenar la violencia y salvar la economía de un país que, pese a su riqueza petrolera, sufre una severa escasez de alimentos y medicinas.

Aunque dice querer la paz, varias figuras claves que estarán en la Constituyente, como el poderoso Diosdado Cabello, han amenazado con que la nueva Carta Magna servirá para enviar a varios a la cárcel, desmantelar al Parlamento de mayoría opositora y a la Fiscalía.