Como una inaceptable provocación de la «dictadura criminal” de Venezuela, consideró la vicepresidenta Martha Lucía Ramírez la expulsión de ese país de Juan Carlos Pérez Villamizar, cónsul en Caracas, en “reciprocidad” por la expulsión del supuesto asesor de la delegación diplomática venezolana en Bogotá Carlos Manuel Pino.

“Es totalmente inaceptable desde el punto de vista del derecho internacional, porque el señor Pino que estaba en Colombia no tenía una función pública ni estaba acreditado como diplomático en Colombia, era un contratista que estaba cumpliendo unas funciones en la embajada pero no era un diplomático acreditado en Colombia”.

Según Ramírez existe: “muchísima oscuridad” sobre Carlos Pino, quien “había tenido problemas con la justicia colombiana”, un contratistas con “unas funciones grises”, y el gobierno de Colombia procedió dentro de su autonomía.

Y dijo que es “una más de las arbitrariedades” del régimen venezolano, “donde sabemos que no hay un gobierno democrático, legítimo, lo que hay allí es una dictadura criminal”.

La vicepresidenta señaló que cuando se trata de funcionarios diplomáticos, garantiza el respeto hacía sus credenciales y el ejercicio de sus funciones.

La Cancillería colombiana hace contacto con el cuerpo diplomático en Venezuela, por si hay que adoptar acciones inmediatas.