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Marketing político, creación de nuevas ideas, imágenes y sobre todo, seducción

Colombia está próxima a decidir sobre sus nuevos mandatarios regionales, y no es casualidad que las plataformas digitales estén aún más inundadas de publicidad política de X o Y candidato, pero ¿por qué se pasó de las campañas tradicionales, a las campañas políticas digitales?

Existe un término que en la última década ha tomado fuerza, se trata del Marketing Político, una disciplina que reune a todas las técnicas de investigación, gestión y comunicación que son empleadas en el diseño y realización de acciones estratégicas a lo largo de una campaña política, o como bien lo definió Avraham Shama, escritor y profesor del departamento de marketing de la Universidad Baruch en Nueva York, “es el proceso mediante el cual los candidatos políticos y las ideas son dirigidas a los votantes en orden de satisfacer sus necesidades políticas y ganar su apoyo para apoyar al candidato y sus ideas”.

Si bien los medios de comunicación tradicionales cuentan con un gran protagonismo en las campañas políticas, el ciberespacio cada vez más toma la delantera debido a que los medios digitales, le permite al público participar, opinar, sugerir y criticar diferentes propuestas o comentarios de los candidatos. Por ejemplo, los debates transmitidos en los medios tradicionales tienen una duración determinada, pero este tiempo en redes sociales como Facebook, Instagram o Twitter, se puede prolongar mucho más porque es en estas plataformas donde se encuentra el verdadero debate, un debate entre los electores.

“El marketing político además ofrece infinidad de ventajas, como la permanente actualización de bases de datos, evaluación y mediciones de incidencias en tiempo real, contactos directos con destinatarios de proyectos, oportunidad de conocer opiniones de los actores con los que se interactúan, personalización y especificación del trabajo a realizar y conocer de forma permanente temas de interés, eventos y aspectos coyunturales. Todo ello sin olvidarnos del aporte de imagen de modernidad: el candidato y las organizaciones políticas ya no pueden estar ajenos al avance tecnológico y a la innovación. El marketing político es un mecanismo de creación, de nuevas ideas, de nuevas imágenes y, sobre todo, de seducción”, indica María Álvarez, experta en marketing y docente de Cerem International Business School.

Se podría confirmar entonces que las campañas de marketing político son tanto o más rentables que las campañas tradicionales. , ejemplo de ello, se dio en el 2008 con la campaña de Barack Obama, donde el internet dejó de ser un espacio para publicar publicidad política pagada, a convertirse en un espacio donde los electores compartían sus opiniones basadas en un mismo ideal, llevar a Obama a la presidencia. Esta campaña política es considerada la mejor campaña de publicidad política de la historia, hasta el punto de convertirse en la marca más valorada de ese momento.

Con el tiempo, estas estrategias políticas tomarán más fuerza en el ciberespacio y serán mucho más personalizadas, y es por esto que los electores deben estar preparados para acoger de manera responsable la información que los candidatos o movimientos políticos ofrezcan en las plataformas digitales a las que tengan acceso, sin caer en el “fake news”. La era del marketing político digital, es una realidad.