Bogotá Tema del Día ultimahora

Juez y abogado lloraron tras conocer detalles de tortura a un bebé en Bogotá

Los hechos se registraron durante la audiencia donde comparecía el padrastro de la víctima, identificado como Óscar Eduardo Orjuela Pinzón, quien reveló detalles sobre la tortura y vejámenes sexuales a los que sometía al hijo de su compañera sentimental, un bebé de tan solo 22 meses.

Durante la diligencia, la Fiscalía entregó un informe donde detalló que el niño sufrió torturas que le causaron graves hematomas, abrasiones, quemaduras y fracturas, desde el cerebro hasta los pies.

El informe de la necropsia del pequeño, evidenció los tratos inhumanos que sufrió el menor a manos de su padrastro en una vivienda del barrio Altos del Poblado, de la localidad de San Cristóbal.

De acuerdo con la investigación, las torturas del padrastro se registraban cuando la madre del niño se encontraba trabajando, y éste quedaba al cuidado del compañero sentimental de la mujer.

Los malos tratos llegaron a su fin entre el 20 y el 25 de enero, cuando el niño fue sometido a un nivel tan inhumano que el pequeño fue llevado casi muerto a un centro asistencial donde al final falleció.

«No entiendo cómo usted tiene la capacidad para que desde el lunes, martes, miércoles, jueves, viernes y sábado, de golpe en golpe, acabe con la vida de un menor», aseguró el juez durante la audiencia.

A Orjuela Pinzón la Fiscalía le imputó el delito de homicidio agravado en concurso heterogéneo con violencia intrafamiliar agravada, el cual fue aceptado por el acusado.

Los hechos relatados fueron tan escalofriantes que en un momento de la diligencia el juez del caso lo comparó con Luis Alfredo Garavito:»el juicio de probabilidad y de prevención es tan alto como en el caso de un hombre que acabó con la vida de 147 niños, usted está muy parecido a él».

Durante la lectura de la medida de aseguramiento, el juez no pudo contener las lágrimas, y señaló «no me imagino las cosas que tuvo que haber sufrido ese pobre niño. Y créame que si me conmueve a mí que llevo más de 10 años, cómo serán las otras personas».

Por su parte, el defensor de oficio asignado al sindicado también se le vio bastante afectado, irrumpió en llanto y tuvo que tomar agua para continuar la diligencia.