Economía

Difícil panorama de MiPymes en Latinoamérica ante la emergencia sanitaria

Foto: Google para reutilizar

La emergencia sanitaria a causa del COVID-19 y su impacto económico han traído incertidumbre y desafíos sin precedentes a nivel mundial – y riesgos particulares para las pequeñas y medianas empresas en Latinoamérica ante las restricciones tomadas por los gobiernos para evitar la propagación del virus y la recesión resultante.

Según el estudio, “Covid 19: Amenaza de cierre para las Micro, Pequeñas y Medianas empresas de América Latina”, elaborado por Boston Consulting Group (BCG), una de las firmas más importantes de consultoría del mundo, cerca del 80% de los consumidores en América Latina planean reducir sus gastos para este 2020. Además, de implementar cambios radicales en sus comportamientos de consumo lo que conlleva a que el impacto genere un efecto perjudicial a largo plazo en la economía de las MiPymes.

Las tiendas de barrio, establecimientos familiares, restaurantes, puestos de comida, bares y cafeterías principalmente, representan más del 95% de los puntos de venta y más del 50% de las ventas de alimentos y bebidas, lo que constituye una fuente de empleo esencial, así como una parte importante de la cadena de valor. Actualmente, su situación inestable y de márgenes bajos, las ponen en mayor riesgo ante restricciones económicas prolongadas.

De acuerdo con este informe, en Colombia más del 90% de negocios de ventas de comida han tenido que cerrar por las restricciones asociadas con el Covid – 19. Así mismo, por la disminución de la demanda de estas MiPymes, entre el 75% al 80% de estos locales en Brasil, México, Colombia y Perú serán altamente vulnerables al cierre, poniendo en riesgo entre 3.8 millones y 4.2 millones de empleos.

Así mismo, las proyecciones de crecimiento a nivel global se están ajustando a la baja, lo que indica un creciente consenso en torno a una próxima recesión. De esta manera, la pérdida de estos negocios tendría efectos posteriores en los clientes, proveedores, distribuidores y otras partes interesadas, lo que inhibiría la capacidad de las economías de América Latina para recuperarse una vez que termine el confinamiento.

“Estos negocios tienen un estimado de dos a tres semanas de saldo de caja, y rápidamente, se vuelven poco rentables ante una caída en la demanda. Sus ganancias representan el ingreso del hogar para sus propietarios; cuando eso desaparece, tienen reservas personales mínimas para poder resistir un período prolongado sin ganancias”, describe el estudio.

Mientras tanto, el comercio electrónico de los supermercados en Latinoamérica ha aumentado en un 12%, con un aumento del 49% en el ticket promedio de venta. Por su parte, las búsquedas en Google y de plataformas de domicilios, han aumentado un 95% en las últimas semanas.

Son muchos establecimientos, principalmente de comidas, que están fortaleciendo su presencia en entornos digitales como una opción para generar ingresos. Sin embargo, servicios como los prestados por las plataformas de domicilios podrían generar un rezago para las micro y medianas empresas por sus altos costos en comisión y los trámites que conlleva la presencia en estos aplicativos.

Los apoyos del gobierno y el rol del sector privado

Por otro lado, el estudio destaca que los gobiernos de todo el mundo vienen proporcionando paquetes de rescate en respuesta a la crisis. Sin embargo, también se afirma que el entorno financiero de los gobiernos en Latinoamérica y las restricciones en los mecanismos de distribución para poder soportar el sector informal, limita las posibilidades de generar un estímulo económico a gran escala como los implementados en Estados Unidos y Europa.

No obstante, también plantea medidas como subsidios directos, respaldo a préstamos, alivios financieros y postergación de pagos de costos operativos, que podrían considerar las entidades gubernamentales para proteger a las pequeñas y medianas empresas.

Otro de los aspectos resaltados en este informe, es el rol del sector privado para ayudar a las Pymes durante la crisis y su recuperación. Por ejemplo, en asociación con el gobierno, podrían distribuir fondos de liquidez y ayudar a educar a las MiPymes, sobre cómo acceder a programas y subvenciones gubernamentales.

Adicionalmente, ofrecer condiciones de pago favorables, robustecer sus cadenas de suministro, asistir en la transición hacia lo digital y apoyar las iniciativas sanitarias de los gobiernos, son otras acciones que deberán empezar a implementar las grandes empresas para ayudar a las MiPymes a sobrellevar la crisis y construir resiliencia.

Ante ello, el estudio asegura que: “será necesario un esfuerzo coordinado entre los sectores público y privado, incluidos el gobierno, las grandes empresas privadas, los distribuidores y los agentes financieros, para mantener a las micro, pequeñas y medianas empresas a flote durante esta crisis y poder reconstruir. Las MiPymes son críticas para la economía y su supervivencia es imperativa para el futuro de América Latina en el mundo post Covid-19”.