Política

Murió el expresidente uruguayo Tabaré Vázquez

–El expresidente uruguayo Tabaré Vázquez murió este domingo a los 80 años de edad a raíz de un cáncer de pulmón detectado en agosto de 2019 y a ocho meses de haber finalizado su segundo mandato presidencial, confirmó su familia.

El dirigente político falleció mientras descansaba en su hogar, acompañado de algunos familiares y amigos, por causa de su enfermedad, indicó en Twitter su hijo, Álvaro Vázquez.

En junio había sido intervenido con éxito por una hipertrofia prostática benigna, ajena al cáncer de pulmón.

Tabaré Ramón Vázquez Rosas pasó a la historia de Uruguay por haber sido el primer presidente de izquierda del país (2005-2010), cargo que ocupó cinco años más tarde (2015-2020).

«El poder para mí es servicio», explicó Vázquez quien nació en una familia trabajadora del barrio montevideano La Teja, en cuyo cementerio del oeste capitalino será enterrado hoy.

«Ejerce el mando fuerte», opinó el politólogo y director de Factum, Oscar Bottinelli, sobre el estilo de conducción de Vázquez.

Su liderazgo innato lo llevó a conducir un club deportivo barrial, Progreso, la Liga Universitaria, la intendencia de Montevideo, el izquierdista Frente Amplio (FA) y la presidencia de la República.

Recién con 43 años se integró a la actividad política, afiliándose al Partido Socialista (PS) cuando todavía era un sector clandestino en el epílogo de la dictadura militar (1973-1985).

«Una de sus grandes virtudes es la formidable capacidad de medir a la gente, de calibrar la capacidad, el estilo y la personalidad de cada uno. Muy rara vez se equivoca. Es un don o natural o adquirido a lo largo de su vida», estimó Bottinelli.

Tabaré nació el 17 de enero de 1940 y fue el cuarto de los cinco hijos del matrimonio de Héctor Vázquez y de Elena Rosas, quien murió de cáncer.

Esa desgracia personal marcó el futuro laboral de Vázquez, quien se doctoró en oncología.

También dejó su sello durante su gobierno cuando declaró en 2006 a Uruguay como el quinto país del mundo libre de humo de tabaco como parte de su cruzada antitabaco.

«Van a hacer 45 años que me recibí de médico y siempre entendí que ese poder que me daba el haber abrazado esta profesión y haber recibido el título estaba a disposición de ese enfermo y sus familias», reveló en una entrevista.

«Con el mismo encare llegué a la política y al ejercicio de la intendencia de Montevideo, la presidencia del Frente Amplio y la presidencia de la República. Tener el poder como herramienta de servicio para el prójimo», comentó.

En La Teja, un bastión de la izquierda, vio de cerca la lucha de los obreros y de su propio padre, quien fue despedido de la refinería del barrio por participar de una huelga cuando él tenía 11 años.

Trabajando en una fábrica de licores y con el apoyo de su esposa, María Auxiliadora Delgado, con la que contrajo matrimonio en 1964, pudo terminar la carrera de medicina y su especialidad en 1972.

Para Bottinelli, Vázquez es un hombre que «sale de un hogar muy humilde, que sube en la vida mucho, en el prestigio, en lo social, en lo profesional, en lo económico, a base inicial de estudio y trabajo, de mucho esfuerzo».

«Es el clásico hombre que se forja a sí mismo», resumió.

Fruto de ese matrimonio, nacieron, antes que Vázquez se doctorara, sus hijos Álvaro, Javier e Ignacio y fue criado como hijo adoptivo Fabián Barbosa.

Desde 1979 fue presidente de Progreso, el humilde club de fútbol de La Teja con camiseta a bastones amarillos y rojos, al que impulsó a ganar la liga uruguaya por primera y única vez en 1989.

Ese año, siendo un dirigente de escasa visibilidad dentro del FA, fue el candidato a la intendencia de Montevideo -donde vive la mitad de los uruguayos- logrando el primer Gobierno departamental para la izquierda.

Pese a las fuertes críticas de la oposición, el oncólogo, que planifica muchas de sus acciones de gobierno en jornadas de pesca, se consolidó como un administrador eficaz.

Luego de la crisis social y económica de 2002, el ascenso de la izquierda fue imparable, lo que le permitió ganar las elecciones de 2004 sin necesidad de balotaje con el 50,4 por ciento.

En el Gobierno y con mayorías parlamentarias, Vázquez aplicó un plan de asistencia a la emergencia social, ambiciosas reformas del sistema tributario y la salud, con políticas económicas moderadas y previsibles.

Como logros de su gestión también quedarán el plan de lucha contra el tabaco, que convirtió al país en el quinto en el mundo libre de humo de tabaco en lugares públicos cerrados, y el Plan Ceibal, que entregó una computadora portátil a cada niño.

Con la mejora de todos los indicadores sociales como el desempleo y la mortalidad infantil, Vázquez se despidió del Gobierno con inéditos niveles de apoyo superiores al 60 por ciento.

Cinco años después y tras un mandato para el FA del ex guerrillero José Mujica, Vázquez fue convocado por la izquierda y volvió nuevamente al poder para el periodo 2015-2020.

Los analistas coinciden en que su segunda gestión fue más deslucida, tuvo menos aciertos que la primera y afrontó un escenario económico local y regional más adverso.

El FA, que llevó como candidato en octubre de 2019 al exintendente de Montevideo Daniel Martínez, no pudo retener el Gobierno en unas elecciones que llevaron a la presidencia a Luis Lacalle Pou, quien asumió en marzo pasado.

«Seguiremos luchando, ahora estamos en un mano a mano. No te rindas, aunque el frío queme», dijo Vázquez en una entrevista televisiva difundida el domingo pasado y grabada 15 días antes, cuando ya se lo veía decaído y con un cáncer de pulmón que se había agravado.

«Quiero que me recuerden, si es que lo hacen, como un presidente serio y responsable, que hizo el mayor de sus esfuerzos por cumplir los compromisos que asumió», aseguró Vázquez en esa entrevista. (Información y fotos Agencia Xinhua).