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Protéjase y proteja a los demás: un acto de autocuidado y protección en especial de la población de mayor riesgo por COVID-19

De acuerdo con los Centros para el control y la prevención de enfermedades de Estados Unidos “algunas personas, especialmente las que se enfermaron gravemente a causa del COVID-19, sufren efectos multiorgánicos o afecciones autoinmunitarias con síntomas que duran semanas, meses o incluso años después de tener COVID-19. Los efectos multiorgánicos pueden afectar a varios órganos, incluido el corazón, los pulmones, los riñones, la piel y el cerebro. Como resultado de estos efectos, las personas que tuvieron COVID-19 pueden ser más propensas a tener nuevas afecciones tales como diabetes, afecciones cardiacas, problemas de coagulación o afecciones neurológicas”.1

María Fernanda Velasco, directora médica de Pfizer en Colombia, hace un llamado a no olvidar que, los adultos mayores tienen mayor riesgo de enfermarse gravemente a causa del COVID-19. “Más del 81% de las muertes por este virus ocurre en personas de más de 65 años de edad, siendo 97 veces más alta la cantidad de muertes en estas personas, comparada con edades entre 18 y 29 años”.2

Por su parte, la doctora Laura Mendoza Rosado, pediatra infectóloga, miembro de la Sociedad Colombiana de Pediatría y de la Asociación Colombiana de Infectología, advierte sobre la importancia de entender que “en la actualidad, el SARS-CoV-2 sigue circulando en el país y sus desenlaces negativos se observan especialmente entre los no vacunados; aún hay casos de COVID-19 en niños, la mayoría siguen recibiendo atención en casa, otros requieren hospitalización; hay quienes no sólo se infectan por este virus, sino que se coinfectan, es decir que, durante el proceso de enfermedad se detectan otros virus diferentes en forma simultánea”.3

Tenga en cuenta que “la inmunización es una de las mayores historias de éxito de la medicina moderna. Una y otra vez, la comunidad internacional ha respaldado el valor de las vacunas y la inmunización, para prevenir y controlar un gran número de enfermedades infecciosas y, cada vez más, cánceres y otras enfermedades crónicas”, determina la Organización Mundial de la Salud, OMS.4

Sumado a lo anterior, el gran aporte que tiene, al limitar la propagación de la resistencia a los antibióticos. Es de considerar que, el aumento global de enfermedades causadas por bacterias resistentes a los medicamentos, debido al uso indebido y excesivo de antibióticos, es un problema importante de salud pública, y la inmunización es una forma efectiva de controlar las infecciones y, por lo tanto, evitar la necesidad de estos medicamentos. Por esta razón, hacer un uso adecuado de las vacunas existentes y el avance de la ciencia sobre las nuevas, son la mejor manera de abordar la resistencia a los antibióticos y reducir las enfermedades y muertes prevenibles.4

La infectóloga pediatra agrega que “al revisar los datos más recientes, publicados por la Sociedad Latinoamericana de Infectología Pediátrica, se observa cómo la proporción de niños afectados por COVID-19 ha sido variable; en Colombia cerca del 11% de todos los casos ocurrieron en la población infantil. Todos los grupos etarios han padecido la enfermedad, pero, el comportamiento ha sido variable en función de la edad; la incidencia de casos es más frecuente en mayores de 10 años, sin embargo, en el grupo de menores de 1 año es donde se han registrado más fallecimientos”.3

Sin dejar de lado que, otros factores relacionados con la probabilidad de desarrollar una enfermedad más severa al COVID-19, son los que están inherentes al virus, como, las diferentes variantes, y la presencia de problemas crónicos de salud, entre ellos, la obesidad, diabetes, enfermedades pulmonares crónicas, enfermedad congénita del corazón, trastornos neurológicos o genéticos, anemia de células falciforme o el tener el sistema de defensas débil.3

Es importante, mantener las prácticas individuales básicas de salud e higiene, como el lavado de manos, y conservar las medidas de prevención entre la comunidad, en particular, estar al día con la vacunación, mejorar la ventilación en espacios cerrados, hacerse prueba de COVID-19, si es necesario; seguir las recomendaciones sobre lo que debe hacer si ha estado expuesto al virus, quedarse en casa si tiene COVID-19 presunto o confirmado, buscar acompañamiento médico si corre alto riesgo de enfermarse gravemente y evitar el contacto con personas que tienen el virus.5

Cabe resaltar que, “el llamado que han realizado organismos internacionales y regionales como la Organización Mundial de la Salud y Panamericana de la Salud, así como entes gubernamentales, de mantener los esquemas al día, sigue estando vigente; todos somos vulnerables y aún estamos a tiempo de contener este inminente riesgo para la salud y bienestar de la población”, concluye la doctora Mendoza.3

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1Centros para el control y la prevención de enfermedades de Estados Unidos. Afecciones persistentes al COVID-19 y afecciones posteriores al COVID-19. Disponible en: https://espanol.cdc.gov/coronavirus/2019-ncov/long-term-effects/index.html Acceso 18 de abril de 2023.

2Centros para el control y la prevención de enfermedades de Estados Unidos. Las personas con ciertas afecciones. Disponible en: https://espanol.cdc.gov/coronavirus/2019-ncov/need-extra-precautions/people-with-medical-conditions.html Acceso 18 de abril de 2023.

3Entrevista doctora Laura Mendoza Rosado, pediatra infectóloga, miembro de la Sociedad Colombiana de Pediatría y de la Asociación Colombiana de Infectología. Accesado 11 de abril de 2023.

4Organización Mundial de la Salud. Inmunización. Disponible en: https://www.who.int/news-room/facts-in-pictures/detail/immunization Acceso 17 de abril de 2023.

5Centros para el control y la prevención de enfermedades de Estados Unidos. Cómo protegerse y proteger a los demás. Disponible en: https://espanol.cdc.gov/coronavirus/2019-ncov/prevent-getting-sick/prevention.html Acceso 18 de abril de 2023.