El empresario Daniel Noboa es el nuevo presidente de Ecuador tras ganar la segunda vuelta
El candidato Daniel Noboa logró la victoria en las elecciones presidenciales en Ecuador con su movimiento Acción Democrática Nacional (ADN) y le cerró el regreso a la presidencia a la heredera de Rafael Correa, la abogada Luisa González, y a su Revolución Ciudadana.
Considerado un outsider, y desconocido en el campo político hace tan solo 5 meses, Noboa a sus 35 años, se convertirá en el presidente más joven en la historia del país andino.
Con el 91% de las mesas escrutadas, el binomio de Noboa y Verónica Abad se coronó vencedor de esta segunda vuelta con el 52,3% de los votos, dejando atrás a la fórmula de González y el exaspirante a la presidente Andrés Arauz, que acumularon un 47,7%.
Con el triunfo de Noboa, un empresario que se define a sí mismo como un “socialdemócrata”, concluye el camino de unas elecciones atípicas a raíz de la “muerte cruzada” que aplicó el presidente saliente Guillermo Lasso, una medida constitucional nunca antes vista en el Ecuador. La contienda será recordada entre los ecuatorianos como la más violenta de su historia, en especial por el traumático asesinato del aspirante presidencial Fernando Villavicencio días antes de la primera vuelta.
“Mañana empezamos a trabajar por un nuevo Ecuador. Para reconstruir un país que ha sido gravemente golpeado por la violencia, la corrupción y el odio. Desde mañana empieza a trabajar Daniel Noboa, su nuevo presidente de la república”, dijo el presidente electo desde Guayaquil -donde siguió los resultados en su casa de la playa-. En un breve discurso, agradeció también a quienes apoyaron a un “proyecto político improbable” como el de su ADN.
Hijo del empresario Álvaro Noboa, cinco veces aspirante a la presidencia del Ecuador y dueño de la mayor fortuna del país gracias a su imperio bananero, Noboa tiene los minutos contados para lograr satisfacer las necesidades de un electorado hastiado de la violencia narco y de las dificultades de una economía estancada.
Gobernará por el corto período de un año y medio, el tiempo que le restaba a Lasso para completar su gobierno, aunque incluso desde antes de ganar ya había blanqueado sus intenciones de aspirar a la reelección en 2025.