Órden Público

En Tarazá sigue la protesta

A la protesta por la erradicación de coca, se le sumaron las movilizaciones de campesinos cocaleros que protestan por el abandono estatal y la presión de la guerrilla, a la problemática se le ha ido destapando la raíz.

Los primeros levantamientos de agricultores por las fumigaciones con glifosato en Valdivia, Puerto Valdivia, Nechí y Tarazá, que comenzaron el pasado 7 de febrero, hicieron visible la falta de una estrategia más minuciosa para acompañar a los campesinos durante las tareas de erradicación y sustitución de cultivos.

Durante 28 días 4.000 personas se agolparon en las cabeceras municipales para exigirle al Gobierno una salida al hambre.

Jairo Gómez Gómez, un campesino de 57 años de la vereda taraceña El cañón de Las Iglesias, cuenta que «hace como trece años se disparó la siembra de coca por acá, todo el mundo tumbaba el plátano para sembrar coca porque salía más barato ir a comprar el revuelto al pueblo, le quedaba a uno más plata. Yo conocí profesoras de escuela que tenían sus cultivos de 5.000 palitos. Todo se compraba y se pagaba con la coca y en esa época nunca vino el Gobierno a nada, nunca nos dijeron que eso estaba mal, nunca nos aconsejaron y ahora tenemos que tumbar las matas pero no nos ayudan a sembrar otra cosa».

Antonio Sepúlveda, de la misma vereda, añade que por el estado de las carreteras un flete les cuesta hoy 100.000 pesos mientras que una carga de maíz la venden en el pueblo por 40.000.

«Eso no lo ve el Estado. Sólo nos ve como revoltosos. Nosotros sí estamos de acuerdo con la erradicación pero actualmente, como están haciendo las cosas, al que le fumigan la coca lo dejan sin comida porque las aspersiones matan hasta la montaña, dejan la tierra muerta para uno volverla a sembrar».

El 29 de febrero las autoridades locales y departamentales lograron el retorno de las 700 familias al garantizarles dos mercados y dos incentivos económicos de 100.000 pesos cada uno.

Las alcaldías locales, la Gobernación de Antioquia y la Presidencia de la República, asumieron también compromisos que se han cumplido parcialmente.

«En Valdivia sí se cumplió pero a los campesinos de Tarazá sólo se les dio un mercado el 6 de marzo. Acción Social quedó de entregar el segundo entre el 10 y el 15 de abril pero hay 680 familias que todavía lo están esperando», advierte Luis Walteros, secretario de Gobierno de ese municipio.

Hace una semana el episodio se repitió en Tarazá. Una masa de 2.300 campesinos diferentes a los de la primera movilización, abandonaron las parcelas para exigir atención gubernamental y garantías de subsistencia alimentaria durante el proceso de sustitución de cultivos.

A ellos se les sumaron el pasado viernes 50 familias de la vereda Ana Parcí, que quisieron reclamar el segundo mercado y el segundo incentivo económico que no han recibido.