La Guerrilla colombiana gobierna pueblo en territorio venezolano, titula hoy en primera pagina el diario Nuevo Herald de Miami.
El pueblo se llama El Nula, en el Estado de Apure, y según el periodico, en esta remota localidad del suroeste de Venezuela, a escasos 30 kilómetros de la frontera con el Arauca colombiano, el ambiente de relativa seguridad no se debe a la visible presencia militar del gobierno venezolano, sino a las fuerzas que controlan de facto esta población de unos 10,000 habitantes: los guerrilleros colombianos que operan a sus anchas en la zona, reseña el periodico en un extenso informe.
El diario advierte que infiltrados en casi todos los aspectos de la vida del poblado fronterizo, soldados y comandantes de las Farc y del ELN ejercen activamente funciones de gobierno como administradores de justicia, supervisores de obras públicas y asesores de los consejos comunales creados por el gobierno de Hugo Chávez.
A pesar de que el ejército venezolano controla el acceso al pueblo mediante múltiples alcabalas y puestos de revisión, los grupos guerrilleros actúan abiertamente, exigiendo «colaboraciones» regulares a los agricultores y ganaderos, y dirigiendo escuadrones de sicarios que castigan a irredentos o enemigos.
El Nuevo Herald reseña que aunque la presencia de grupos guerrilleros en esta y otras zonas fronterizas de Venezuela se remonta a principios del 2000, el creciente protagonismo que ejercen en el caso de El Nula no tiene precedentes y no hay indicios de que vaya a disminuir en el futuro cercano, dijeron expertos y algunos de los residentes afectados.
El diario destaca que hasta ahora el gobierno del presidente Chávez ha desmentido la presencia de la guerrilla colombiana en territorio de Venezuela, y ha negado la versión de que el ejército venezolano no está combatiendo efectivamente a los grupos subversivos.
En febrero de este año, Chávez exigió públicamente a la guerrilla colombiana «que no haga ni una operación más en nuestro territorio y mucho menos acciones armadas, porque estaremos obligados a responder como tenemos que hacerlo. Es una obligación de los militares venezolanos», recuerda el Nuevo Herald.