El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, ha condenado la masacre de más de 400 personas presuntamente cometida por los rebeldes ugandeses del Ejército de Resistencia del Señor (LRA) en el noreste del Congo, y exigió a sus dirigentes que respeten el derecho humanitario.
La portavoz de la ONU, Marie Okabe, declaró que Ban «condena en los términos más duros posibles las horrorosas atrocidades que se atribuyen en los últimos días al Ejército de Resistencia del Señor».
Ban también instó a las fuerzas armadas de Uganda, la República Democrática del Congo y Sudán a coordinar con las organizaciones humanitarias y Naciones Unidas una operación de ayuda a los supervivientes de las atrocidades.
El secretario general recordó que el Consejo de Seguridad de la ONU adoptó recientemente una declaración que respaldó las operaciones militares de esos tres países ante la amenaza que supone la presencia del LRA en sus respectivos territorios, dijo Okabe.
También subrayó que la declaración del máximo órgano recalcó que las operaciones militares se deben llevar a cabo dentro del respeto al derecho internacional y los derechos humanos, y que se han de tomar las medidas adecuadas para proteger a la población civil.
Los combatientes del LRA fueron los presuntos responsables de las masacres cometidas el pasado 25 de diciembre, una semana después de que militares sudaneses, ugandeses y congoleños emprendieran acciones contra los rebeldes, según informó Cáritas.
