Internacional

Gobierno argentino conmocionado por amante de Nestor Kirchner

Miriam Quiroga, ex secretaria del ex presidente argentino Néstor Kirchner, reveló la semana pasada que mantuvo una «unión muy fuerte» con él e, incluso, aseguró haber sido su amante.

Dicha situación -dijo Quiroga- motivó su desplazamiento del cargo, ocurrido a principios de este año. La polémica declaración fue publicada por la revista «Noticias», en su edición de esta semana.

“Es vox populi que era la amante de Néstor”, aseguró Quiroga en la entrevista. Según la publicación, ella se desempeñó hasta el 5 de enero al frente del Centro de Documentación Presidencial. Consultada sobre los motivos de su alejamiento del cargo, respondió: ¿»por qué me echaron? Bueno, tal vez porque algunos dicen que era la amante y la presidenta Cristina (Fernández de Kirchner) debe de haber escuchado eso».

La ex funcionaria aclaró que tiene una hija de 11 años, pero negó que Kirchner fuera el padre. «Ojalá fuera de él, no tendría problemas de plata. Yo alquilo y no tengo auto», añadió en tono jocoso.

Según «Noticias», Quiroga conoció al ex mandatario, fallecido el año pasado, en 1990. Nueve años después, comenzó a trabajar para él, cuando ocupaba la gobernación de Santa Cruz.

Escándalo en el Gobierno

Tras las declaraciones de Quiroga el gobierno vivió una semana de tensiones y acusaciones cruzadas. Incluso, se supo que hubo algunos pases de facturas al secretario general de la Presidencia, Oscar Parrilli, por haber sido quien despidió a Quiroga.

En su edición de esta semana, Noticias informa que un influyente funcionario de la Casa Rosada transmitió el malestar que en el entorno presidencial hay con Parrilli. «Actuó con la delicadeza de un elegante», se quejó, y no pudo reprimir la chanza: «Con semejante falta de tacto, más de una vez debe haber abierto la puerta cuando no convenía».

La acusación contra el secretario general de la Presidencia se basa en la brusquedad con que cumplió la orden de Cristina, y en cómo la convenció a ella para que Quiroga fuera echada. Dos fuentes del gobierno aseguran que fue él quien detalló a la Presidenta los pormenores de la relación íntima entre la secretaria y su difunto marido.

En el entorno de Cristina, en tanto, aseguran que las revelaciones de Quiroga la afectaron y que las considera un ataque personal. Y aunque desde el gobierno ordenaron no tocar el tema en ninguno de los medios oficialistas para no dar por confirmado lo que todos consideran indiscutible, la amplia repercusión en la prensa internacional fue incontrolable.

«Lo de Quiroga la puso mal», reconoce un funcionario que también trabajó cerca de la ex secretaria. «Y hay consenso en atribuirle la culpa a Parrilli».

(Con información de El Mundo.ES y Perfil.Com)

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