–La cumbre de los líderes de los países que integran el Grupo de los 8 – G8 – adoptó nuevas medidas para combatir el terrorismo internacional y entre ellas dispuso acabar con el pago de rescate por secuestrados.

Los presidentes y primeros ministros de Estados Unidos, Japón, Reino Unido, Alemania, Italia, Canadá, Rusia y Canadá acogieron la iniciativa que en este sentido propuso el gobierno británico, tras advertir que la practica del secuestro extorsivo habría deparado a los terroristas durante los últimos tres años más de 50 millones de euros, muchos de los cuales han ido a parar a grupos como Al Qaeda o los talibanes.

Los líderes del G8 decidieron también en su segunda y última jornada de su cumbre de Lough Erne (Irlanda del Norte), pedir a las multinacionales de sus respectivos países que se comprometan a esta misma política del no pago, para evitar que el terrorismo internacional se financie a través de los rescates de ciudadanos secuestrados.

A través de la cuenta en Twiter, Downing Street indicó que la decisión fue tomada al término de una sesión plenaria del G8 sobre la lucha antiterrorista, especialmente en el norte de África, donde en los últimos años se han registrado numerosos secuestros de ciudadanos occidentales en busca de sustanciosos rescates.

El conservador David Cameron había anunciado que buscaría este acuerdo del G8 durante la cumbre que se celebra en Irlanda del Norte bajo presidencia británica.

El Reino Unido tiene la política oficial de no pagar rescates de secuestros, una práctica que, dijo, se cree que ha deparado a los terroristas durante los últimos tres años más de 50 millones de euros, muchos de los cuales han ido a parar a grupos como Al Qaeda o los talibanes.

El G8 es el grupo de países industrializados del mundo cuyo peso político, económico y militar es muy relevante a escala global. Está conformado por Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón, Reino Unido y Rusia.

Surgió como G6 en el año 1973; 3 años más tarde se convirtió en G7 con el ingreso de Canadá y en el 2002, quedó como G8, con el ingreso de Rusia.

Su objetivo es trazar soluciones y estrategias comunes para hacer frente a los problemas detectados, en función siempre de los intereses propios.

Los representantes de los ocho países se reúnen anualmente en lugares pertenecientes a alguno de los miembros en la llamada Cumbre del G8. La finalidad de estas reuniones es analizar el estado de la política y las economías internacionales e intentar unificar posiciones respecto a las decisiones que se toman en torno al sistema económico y político mundial.