Brasil pide a Venezuela explicaciones sobre visita no autorizada del ministro Jaua a su territorio
El ministro de Relaciones Exteriores de Brasil, Luiz Alberto Figueiredo, en declaraciones al periódico O Globo, señaló que el gobierno brasileño vio con «extrañeza» la visita que hizo Jaua sin avisar a las autoridades y añadió que el viaje podría interpretarse como una interferencia en los asuntos internos del país.
El canciller brasileño reveló que llamó al funcionario encargado de negocios de Venezuela en Brasil, Reinaldo Segovia, para expresar descontento con las actividades del ministro del Poder Popular para las Comunas y Movimientos Sociales, Elías Jaua, en Brasil hace unos 10 días.
«Convoqué al encargado de negocios de Venezuela para transmitir la extrañeza del gobierno brasileño con la noticia de que el ministro Jaua llegó a Brasil sin decirnos y siguió una agenda política que incluyó la firma de un acuerdo con los movimientos sociales brasileños», expresó Figueiredo, quien advirtió que este hecho «no es coherente con el excelente nivel de las relaciones con Venezuela».
El embajador de Venezuela en Brasil estaba de viaje y por eso Figueiredo convocó al otro funcionario. Aunque la ley no dicta que los ministros tienen que notificar al gobierno anfitrión de visitas en el país, se considera un gesto diplomático.
Jaua, quien fue vicepresidente y ministro de Relaciones Exteriores de Venezuela, confirmó su visita a Brasil a través de su cuenta de Twitter y en la misma estableció que firmó un convenio con el Movimiento Sin Tierra, que defiende la reforma agraria en el país, para ayudar a formar comuneros.
También visitó laboratorios médicos para hablar sobre suministro de medicinas en Venezuela.
Sin embargo, la noticia pasó desapercibida hasta que estalló el escándalo por una pistola que le fue decomisada en Brasil a la niñera de la familia de Jaua, identificada como Yaneth del Carmen Anza.
La mujer fue detenida el mes pasado por la Policía Federal de Brasil tras llegar en un avión de la petrolera venezolana Pdvsa con una maleta en la que tenía un revólver cargado.
El pasado domingo, Jaua emitió una declaración en la que afirmó que asumía su responsabilidad por la detención durante cinco días en Brasil de la niñera, a quien las autoridades brasileñas acusaron de «tráfico internacional de armas».
«Ante las autoridades judiciales de ese país (Brasil) hice constar que se trataba de un error involuntario, que el arma era de mi propiedad y que yo asumía la responsabilidad de lo ocurrido, como la asumo», señaló el excanciller venezolano en un comunicado.
Jaua aseguró haberle pedido a su asistenta que, según dijo, viajó a Brasil para acompañar a su mujer que estaba enferma, que sacara el arma de la maleta antes de viajar pero esta no la encontró «y viajó convencida de que no trasladaba ningún armamento, pero en el aeropuerto de Sao Paulo fue detectado el mismo por las autoridades policiales brasileñas».
La mujer declaró entonces que el maletín que contenía el arma pertenecía al ministro de Comunas y Movimientos Sociales, que había llegado a Brasil un día antes junto a su mujer e hijo.
Anza, quien fue liberada el pasado miércoles gracias a un recurso de amparo y que carece de inmunidad diplomática, se enfrenta ahora a un proceso judicial por tráfico internacional de armas.
