–El capitán Eduardo Andrés Merchán Prieto no aceptó cargos y se declaró inocente frente a la acusación que le formuló una teniente de la Policía de haberla violado durante una fiesta en el casino de oficiales del comando en Valledupar, Cesar.

El oficial compareció ante el Juzgado Segundo Penal Municipal con funciones de Control de Garantías de la capital del Cesar, tras entregarse en la Guajira.

El Fiscal Seccional 12 Gentil Bueno acusó al capitán del delito de acceso carnal violento, tras narrar la forma como se produjeron los hechos, así:

«Siendo aproximadamente las 12 del mediodía del 24 de diciembre, la víctima de 30 años de edad, natural de Fredonia, Antioquia, se encontraba en la piscina, cerca del Casino de oficiales, departiendo en compañía de otros agentes de la institución entre ellos el teniente coronel Castañeda, capitán Prieto, teniente Yiseth, y posible victimario; cuando de repente este tomó de forma arbitraria el celular de la teniente ubicado en una mesa contigua al lugar para salir caminando a una de las habitaciones cerca y obligarla a ingresar para aparentemente cometer el hecho.

La señorita al observar dicha actitud se dirigió hasta la habitación para reclamar su celular, con tal suerte que ingresó y es abordada violentamente por Merchán Prieto, quien la tomó por sus extremidades y bruscamente la arrojó en una de las camas que ahí se encontraba y utilizando la fuerza logró rodarle la pieza de baño que vestía para entonces accederla sexualmente en contra de su voluntad».

Añadió que el Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses mediante un informe pericial realizado el pasado 26 de noviembre confirmó el acceso carnal violento del que fue víctima la teniente Kelly Johana Sierra.

Además señaló: “La Fiscalía llega a la conclusión que lo referido da indicios de la participación a título de dolo en calidad de autor del señor Eduardo Merchán Prieto de haber cometido el hecho accediendo carnalmente a la fuerza a la víctima. Y lo hizo bajo su condición de capitán de la Policía Nacional para ese momento tal como lo certifica la Oficina de Recursos Humanos de dicha entidad, pero su conducta fue premeditada porque tomó el celular de esta para que fuera a la habitación donde ejecutó su conducta lujuriosa”.

A su turno, el abogado William Mejía Mussa, apoderado del capitán, dijo tener «suficientes pruebas «para demostrar que no hubo violación y que el dictamen de Medicina Legal no corresponde a la verdad.