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En medio de la pandemia, Fundación Cardioinfantil realizó un trasplante de corazón

Foto: Fundación Cardioinfantil

El pasado viernes 10 de abril, Yuber, un joven boyacense de 19 años, volvió a nacer. Hasta ese día era uno de los colombianos a la espera de un trasplante, debido a que a su corta edad tenía una falla cardíaca que podría quitarle la vida en cualquier momento. Sin embargo, en medio de la emergencia sanitaria que ha desencadenado el COVID-19, y gracias a la buena voluntad de una familia de Medellín, recibió un nuevo corazón.

“El viernes recibimos la grata noticia de poder beneficiar a uno de nuestros pacientes del Grupo de Trasplantes quien se encontraba en Urgencia 0A, lo que quiere decir que si no se tomaban acciones de inmediato el paciente podría perder la vida” explica la Dra. María Juliana Rodríguez, líder del programa de Falla Cardíaca y Trasplante de corazón de la Fundación Cardioinfantil.

El transporte del órgano se realizó desde la clínica de San Vicente de Paul hasta el hospital de Rionegro. Finalmente, llegaría a la ciudad de Bogotá en un vuelo chárter para llevar a cabo el trasplante, lo que significaba que una vida estaba a punto de renacer. Así, el sentido de responsabilidad y profesionalismo de equipos multidisciplinarios en dos ciudades diferentes se unieron por un mismo propósito.

El procedimiento tuvo una preparación de (4) horas y media y un tiempo en sala de más de (5) horas. En esta cirugía de alta complejidad, realizada en la Fundación Cardioinfantil, intervinieron cirujanos de trasplantes, cirujanos cardiovasculares, anestesiólogos, enfermeros y otros especialistas, quienes a pesar de las circunstancias trabajaron hombro a hombro para salvar la vida de Yuber.

Es de resaltar que si bien las necesidades y urgencias en el sector en este momento giran en torno al COVID-19, la lista de espera de pacientes por un trasplante de órganos no deja de aumentar.

En Colombia, 4.000 personas están en lista de espera, 22 pacientes por un trasplante de corazón de los cuales 6 se encuentran en una condición grave, según el Centro Regulador de Trasplantes, una situación que puede llegar a ser más difícil con el transcurrir de los días.

La Cardioinfantil hace un llamado a no olvidar que los pacientes con otras patologías siguen esperando una oportunidad de vida, por lo que es importante seguir donando órganos a pesar de la pandemia.

“Una pandemia puede disminuir nuestra marcha pero no detenerla, especialmente en enfermedades cardiovasculares donde tenemos que actuar rápidamente’’, concluye Rodríguez. En un momento en el que el COVID-19 nos enfrenta a dificultades y retos inéditos, este tipo de procedimientos son un motivo más para creer en nuestro personal médico y en cómo mantener la esperanza frente a situaciones difíciles.