Según la Dirección de Asuntos Humanitarios de la ONU, se pudo establecer que más de 550 personas han fallecido en Haití, tras el paso de los huracanes Gustav y Hanna por el país costero.
Mientras los muertos aumentan en esa nación, la amenaza del fenómeno natural Ike está latente, tras su llegada con fuertes olas de agua que azotarían a los habitantes de la Isla, en los próximos días.
La semana pasada, el paso de Gustav, ya había dejado 77 muertos en ese país, que según las estadísticas de las Naciones Unidas, es uno de los más pobres del planeta.
En este momento, la situación para los sobrevivientes de la tragedia es bastante crítica, especialmente en Gonaives, según lo manifestó el senador Yuri Latortue, quien indicó que unas 200.000 personas están sin comer desde hace tres días.
Mientras tanto, el Programa Alimentario Mundial (PAM) anunció el envío a Haití de alimentos, agua y ayuda humanitaria, por barco y por avión.
Sin embargo, las organizaciones humanitarias han tenido grandes dificultades para hacer llegar las provisiones a las ciudades afectadas, debido a que las dos rutas principales hacia Gonaives y Cabo Haitiano, estaban bloqueadas por los escombros y los árboles caídos, impidiendo su llegada.